Sáb Sep 23 , 2023
Por Marcel Garcés Muñoz Una consigna de este 11 de septiembre 2023, año del cincuentenario del Golpe Militar fascista, “LA MEMORIA INTACTA”, leída en la calle de una población santiaguina, sintetiza no solo las característica y condición del aniversario de la cruenta y despiadada asonada golpista encabezada por el Criminal de Guerra General, Augusto Pinochet, sino que la demanda de la indispensable justicia, condena y reparación de las víctimas del brutal genocidio. Se trata de la expresión ciudadana que recoge un sentimiento patriota y humano, que no solo no olvida, sino que moviliza el sentimiento legitimo de verdad y castigo de los culpables, de los cómplices activos y pasivos, de los que se escudan en una impunidad vergonzante y pretenden reescribir la historia, borrando de sus conciencias oscuras, la culpa de los crímenes, de la barbarie cometida contra hombres, mujeres, niños y niñas, y el cinismo, de los cómplices actuales, de los negacionistas que hoy buscan falsificar la historia, parapetándose en argumentaciones hipócritas y en un blanqueamiento de sus culpas, tan falso como inmoral. Septiembre 1973 está marcado a fuego en la conciencia y en la historia de los ciudadanos chilenos, de las víctimas de la barbarie de la dictadura militar derechista política y económica encabezada por el general Augusto Pinochet y sus mandantes de la oligarquía empresarial, de los uniformados- no todos por cierto, que mancharon no solo sus conciencias y uniformes, y a sus instituciones, traicionando su misión constitucional y patriota de defensa de la seguridad, el honor nacional la vida y la integridad de su ciudadanos, con un baño de sangre y muerte el país, una masacre y ”guerra interna” fundamentada en su Doctrina de la Seguridad Nacional “made in USA”, y que algunos miserables de hoy pretenden reivindicar para salvar sus responsabilidades, sus complicidades, culpas políticas y morales. Pero septiembre 2023 estuvo caracterizado, no solo por una confrontación política, ideológica y moral, sino por una toma de conciencia nacional, que predominó en el juicio social sobre un acontecimiento crucial de la historia del país, cuyas consecuencias, sin duda no terminan de borrarse de la memoria personal y nacional. Y ello no sucederá mientras no se imponga la verdad, la justicia, la memoria, la reparación, el juicio histórico, el justo castigo de los criminales de lesa humanidad, condiciones absolutas para la reconstrucción de la confianza, del diálogo, de la fraternidad, bases para la reconstitución del tejido social, de la vigencia de los derechos cívicos, de la institucionalidad democrática y de la convivencia nacional y la instalación en el tejido social de un legítimo diálogo, acuerdo y respeto mutuo de todos los actores respeto a todos los pensamientos y posicionamientos políticos y sociales. Se trata ni más ni menos de los derechos básicos comunes de la libertad, la educación, la salud, la previsión, el trabajo digno, de una sociedad no discriminatoria por origen económico, social o racial, donde se garantice el respeto el derecho de los pueblos originarios, de los migrantes, de las minorías sexuales, de hombre, mujeres, jóvenes y niños, donde […]