Los miembros del Poder Judicial, de grupos mediáticos, económicos y políticos que hoy impulsan la imputación a la Presidenta, sobre el Memorando de Entendimiento de Argentina con Irán, «tienen una clara actitud golpista», denunció el jefe del Gabinete.
«Hostigan y pretenden desestabilizar», recalcó el jefe de ministros al abordar la impugnación hecha el miércoles por el fiscal Alberto Nisman contra la jefa de Estado, Cristina Fernández, y otros funcionarios del Gobierno, entre estos el canciller Héctor Timerman.
El procurador los acusó de organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa del atentado de 1994 contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) con el propósito de fabricar la inocencia de Irán.
Existe claramente -advirtió Capitanich- una actitud en algunos miembros del Poder Judicial, una estrategia corporativa no del conjunto sino de algunos integrantes de clara actitud golpista.
Y están ligados con grupos mediáticos concentrados y grupos económicos, con el objeto de hostigar y pretender desestabilizar al Gobierno, en colaboración con grupos de inteligencia desplazados locales e intereses estratégicos internacionales, acusó el jefe de Gabinete.
Así hizo referencia al destituido director de la Secretaría de Inteligencia Jaime Stiusso, y a los vínculos de Nisman con personeros de la Embajada de Estados Unidos según revelaron documentos secretos del Departamento de Estado de ese país hechos público por Wikileaks.
Por su parte, Timerman reveló ayer que Nisman se negó a participar en las reuniones que él sostuvo en Londres con la jefatura de la Interpol para precisar el alerta roja sobre los iraníes presuntamente involucrados en el atentado.
Agregó en ese sentido que el fiscal viajó en cambio a la capital británica con Stiusso sin que el Ejecutivo tuviera conocimiento de lo tratado.
También recordó que el procurador fue uno de los que apoyó una medida cautelar para obstaculizar la aplicación del Memorando.
En una dura respuesta desde de la Casa Rosada, el canciller comparó al fiscal con el senador Joseph McCarthy, «aquel siniestro político estadounidense que acusaba desde los medios lo que jamás pudo probar en sede judicial».
Igualmente, lo acusó de investigar a la Presidenta en vez de profundizar la pesquisa contra los presuntos culpables.
Tras cuestionar sus procedimientos, Timerman emplazó a Nisman a aclarar qué lo llevó a tomar esa decisión sin informarle al juez de la Causa AMIA, y, más grave aún, si lo consultó u obedeció al agente de inteligencia Stiuso.
Timerman, quien es miembro de la comunidad judía argentina, insistió en que el arreglo con Teherán busca esclarecer la responsabilidad de ciudadanos iraníes en el atentado, precisamente a quienes Nisman inculpó.
Desde el Gobierno y del oficialismo se escuchan voces que tildan el ataque del fiscal de disparatada, absurda, ilógica, irracional, ridícula y violatoria de la Constitución, y el ministro de Defensa, Agustín Rossi, lo acusó de canalla.
En opinión del secretario General de la Presidencia, Aníbal Fernández, la imputación contra la mandataria es una estupidez con la que opositores quieren sacar ventajas politiqueras.
Buenos Aires, 16 de enero 2015
Crónica Digital / PL