El escándalo de financiamientos ilegales que salpica a políticos y empresarios chilenos desde hace meses, adquirió hoy nuevos ribetes al asumir el proceso el Fiscal Nacional de Chile, Sabas Chahuán.
La decisión de Chahuán de tomar las riendas del llamado caso Penta, que salpicó en especial a la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), se relaciona con suspicacias y críticas al accionar del Ministerio Público.
Chauán fue enfático al subrayar que «la Fiscalía de Chile no tuvo, no tiene y no tendrá en vista y consideraciones políticas a la hora de tomar las decisiones».
El tema de los financiamientos ilegales a contiendas políticas golpeó con rudeza a la UDI y en general a la coalición la Alianza, que integra también Renovación Nacional (RN) por los dineros entregados por el conglomerado Penta.
En tiempos de vacaciones, la fiscal Solange Huerta, como máxima figura en ausencia de Chahúan, dictaminó desagrupar el expediente Penta de otro del mismo corte que involucra a la Sociedad Química y Minera de Chile (SQM).
La SQM está acusada de emitir boletas falsas que presuntamente sirvieron para financiar campañas políticas y Huerta designó al fiscal regional Centro norte, Andrés Montes, hijo de un senador socialista.
No tardó en reaccionar la oposición de derecha que busca a toda costa la participación de los políticos de Gobierno en el caso Penta, en el cual aparecen varias figuras de la UDI cuando aspiraban a puestos parlamentarios en las elecciones de 2013.
El asunto lanzó por la borda a la Alianza en su aceptación popular, con apenas un índice del 11 por ciento de aprobación según las últimas encuestas.
Santiago de Chile, 25 de febrero 2015
Crónica Digital / PL