La Confederación Sudamericana de Fútbol decidió sancionar al delantero de Brasil Neymar, luego de ser expulsado anoche al cierre del partido con Colombia del grupo C de la Copa América.
De tal forma, el líder de la canarinha estará fuera del torneo hasta semifinales por lo que Brasil deberá conseguir su clasificación y pasar los cuartos de final sin el jugador. Duro golpe para la escuadra de Dunga.
Cierto que el astro del Barcelona perdió los papeles en el duelo ante Colombia ayer y se desquitó con cierta violencia de los cafeteros en medio de la frustración. A su favor, fue golpeado varias veces y el árbitro Enrique Osses nada dijo.
Osses, un chileno de bajo nivel que fue sacado del Mundial de 2014 tras un pésimo arbitraje, le aplicó una tarjeta amarilla injusta a Neymar cuando después de rematar de cabeza, el rebote le pegó en la mano.
La anterior amarilla también pareció excesiva, aunque hubo cierta majadería de su parte. Todo por el capricho de mover la espuma del spry del árbitro para marcar los tiros de castigo.
«Tienen que usar las reglas contra mí. Otro limpia la espuma y no recibe amarilla, yo sí. La pelota me toca en la mano, me sacan amarilla. Ponen un árbitro flojo para pitar, ocurre esto», declaró Neymar visiblemente molesto.
El caso es que ya por acumulación de amarillas se perdía el choque final contra Venezuela, pero ahora además, los cuartos de final.
Si bien fue evidente su irresponsabilidad en los encontronazos con los colombianos, igualmente es cierto que el arbitraje es la nota discordante del certamen. Hasta la fecha casi ninguno se libra de las críticas.
Penales inexistentes cobrados, algunos permisivos con el juego violento y otros despistados sobresalen en la Copa América en torno a los árbitros.
Santiago de Chile, 18 de junio 2015
Crónica Digital /PL