El jurado del Santiago Festival Internacional de Cine (Sanfic 11) prefirió los documentales y premió al estadounidense The Wolfpack y el chileno Surire, en las principales categorías del evento.
Para justificar sus decisiones, los expertos subrayaron que en esta ocasión la realidad superó a la ficción, como el caso en The Wolfpack, de Crystal Moselle, que ya obtuvo este año el máximo lauro del jurado en el prestigioso festival de Sundance.
La historia de siete hermanos, básicamente de los seis varones, los Angulo, hijos de padre peruano y madre norteamericana, que crecieron aislados del mundo durante 14 años en Nueva York.
Temerosos de enfrentar la vida en la modernidad actual, los padres deciden criar a sus hijos de manera peculiar, educarlos ellos mismos sin ir a la escuela y permitirles apenas una salida a las calles una vez al año.
Precisamente son las películas los únicos medios de contacto con el exterior hasta que uno de los hermanos se convierte en el rebelde del grupo y explora nuevos caminos. Notable investigación de la directora Crystal Moselle.
El jurado no escatimó elogios para un largometraje de 80 minutos por su «originalidad y el hallazgo de un universo único, donde sólo es posible sobrevivir gracias a la paradoja de la ficción cinematográfica».
En el apartado nacional, Surire, de Bettina Perut e Iván Osnovikoff, se encaramó en lo más alto del podio. No fue tanto una sorpresa porque ya el documental de hermosos paisajes y la cultura indígena aymara había sido reconocido.
Salar de Surire, a 4,245 metros sobre el nivel del mar, en la región de Arica Parinacota, en el norte de Chile, fue el escenario escogido por los realizadores, que obtuvieron además a distinción Kinéma.
Con el Kinéma se hicieron acreedores de pasajes y estadía para asistir a Marché du Film 2016 del Festival Internacional de Cine de Cannes. Ahora conquistan el galardón principal, en ambos casos dentro del Sanfic 11.
Como por lo general es difícil hacer coincidir los puntos de vista, el jurado concedió el premio a Mejor Director al alemán Sebastián Schipper, por Victoria, una novedosa propuesta de 140 minutos de una única toma de secuencia.
Schipper tal vez pretendía más como también la chilena La memoria del agua, de Matías Bize, que al menos se hizo de una distinción para la actriz española Elena Anaya. Lo mismo que la argentina Dolores Fonzi por Paulina (Santiago Mitre).
Como actor masculino, el elegido fue Nicolás Zárate por su papel en El Tila: Fragmentos de un psicopata.
Como Mejor Cortometraje Talento Nacional fue elegido Verano del 98, de Valentina Azúa, con una mención para Halahaches, de Alejandra Jaramillo.
En el segmento de dirección de largometrajes nacionales, fueron galardonados Carola Fuentes y Rafael Valdeavellano por el documental Chicago Boys, una mirada crítica al neoliberalismo implantado en Chile en tiempos de la dictadura.
Santiago de Chile, 31 de agosto 2015
Crónica Digital