Cada día sin ti es un día sin luz. Es como si faltara algo que impidiera caminar en paz. Cada día sin ti es un túnel sin salida, sin esperanzas.
¿Cómo se olvida, cómo se perdona? No pueden si quiera pedirlo, porque los familiares no podemos olvidar a los nuestros y menos perdonar a los criminales.
¿Cómo perdonar a quienes por un puñado de dinero ordenaron asesinar, torturar, a los militantes del pueblo más consecuentes que haya conocido la historia. ?
¿Cómo olvidar a aquellos que con sus manos manchadas de sangre continúan hablando de libertad y ética. ? ¿Y a las autoridades que en ese entonces no alzaron su voz en contra de la masacre y hoy continúan con sordera ante tanta injusticia. ?
¿Cómo olvidar a los autores y cómplices del pacto de silencio, que vestidos de demócratas han gobernado chile usando el sistema pinochetista que aun después de tanto tiempo sigue intacto porque les acomoda. ?
¿Cómo se puede perdonar si ahí están los asesinos y sus cómplices en tanta «honorable» institución y los condenados libres mientras otros sectores son procesados y encarcelados procesan y encarcelan?
No olvidamos y no perdonamos, porque cada día que pasa él esta más presente y entendemos mejor porqué lo asesinaron. No pudieron comprarlo, y jamás se vendería. Él, que recorrió luchando cada rincón de nuestro pueblo no traicionaría nunca el sueño de una patria socialista.
Hoy, que desfilan los «demócratas» en tribunales pagados por el yerno de Pinochet con dinero de los chilenos, resulta más obvio que a Jecar, Pellegrini y a toda la generación que se forjó en la lucha contra el tirano, la aniquilaron antes y durante la «transición» porque sin ellos el camino a recorrer sería más largo y con más obstáculos. Sembraron la desconfianza que entre errores e infiltraciones rodean las costas y lo más profundo de nuestra historia.
No se perdona y no se olvida .mientras este dolor en el pecho se mantenga vivo como aquel 04 de septiembre, el mismo dolor que provoca ver infinitos colectivos, como si tuviera más sentido odiarnos entre nosotros en vez de enfrentar a la derecha y sus cómplices, como si tanta injusticia en el diario vivir no fuera suficiente.
Duele tu ausencia y la de tantos, pero sobretodo duele la incapacidad de sobrevivirlos dignamente, pues la traición, la mentira y la soberbia, paraliza..
Disculpen ustedes hijos y sobrevivientes de la Dictadura, pero hoy sólo podemos compartir con ustedes esto tan simple pero tan importante como que no olvidamos y no perdonamos a todos y cada uno de los criminales y cómplices de corbata que ordenaron, encubrieron o se beneficiaron con la sangre derramada.
Querido hermano, estas presente hasta siempre.
Un abrazo.
Familia Nehgme Cristi.
Santiago de Chile, 6 de septiembre 2015
Crónica Digital