Chile presentó varias iniciativas sustentables a partir de dos condiciones excepcionales del país, su potencial minero y la existencia en su geografía del desierto de Atacama, el más árido del mundo.
A propósito de su participación en la Cumbre de Cambio Climático de Marrakech (COP22), el vicepresidente ejecutivo de la Corporación de Fomento (Corfo), Eduardo Bitrán, detalló los pormenores de las propuestas chilenas.
Acompañado del ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, explicó la estrategia chilena para enfrentar el cambio climático, que entre otras involucra el desarrollo de la energía solar y de una minería verde en el norte.
Nuestro país está comprometido a reducir hacia el año 2030 sus emisiones por unidad de Producto Interno Bruto en un 30 por ciento, tomando como año base de referencia las emisiones alcanzadas el 2007, precisó.
Bitrán y Badenier se refirieron a los anuncios efectuados por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, como el desarrollo para adaptar la tecnología fotovoltaica (PV) a las condiciones del desierto de Atacama.
Esto debería implicar una reducción de al menos un 25 por ciento de los costos de la generación PV, con gastos inferiores a 20 dólares el MWH en 2025.
En las ideas puestas en marcha en el país austral, resalta como área prioritaria lograr producción de hidrógeno y oxígeno solar a costos más bajos que la alternativa intensiva en emisiones de CO2 y contaminación local, para la industria minera de cobre.
Esto permitiría reducir hasta un 60 por ciento el uso de combustibles fósiles en la minería del norte de Chile, indicó Bitrán. Asimismo, elaboró acerca del desarrollo de tecnología de Concentración Solar de Potencia que aproveche el Litio y los salares para el almacenamiento de energía solar.
De tal forma, el norte de Chile podría abastecerse principalmente con energía eléctrica solar al 2030 y además exportar por ejemplo a países vecinos.
En otro aspecto técnico, la combinación de inversión en electricidad solar con interconexión SIC-SING y el avance de las tecnologías de almacenamiento de energía, donde Chile tiene ventaja por sus sales, presentan una oportunidad.
Según los expertos, con ello pudiera bajar significativamente las emisiones de CO2, disminuir los costos de energía e incidir en el valor económico de nuestras reservas de cobre.
La instalación de planta solares, el desarrollo de proveedores y de una industria solar chilena, con tecnología nacional, con las bondades del desierto de Atacama, es también una prioridad del programa solar de Chile.
Con la propuesta de un abastecimiento eléctrico de alta proporción solar y la sustitución de combustibles fósiles por solares pueden tener un gran impacto en la reducción de las emisiones de la minería.
En el plan chileno para coadyuvar a la reducción del calentamiento global de la atmósfera, se espera que al 2030, la minería del norte disminuya en un 60% las emisiones de CO2, por el cambio de fuente de electricidad y la sustitución de combustibles fósiles.
La hoja de ruta del Programa Estratégico de Energía Solar dibujada por Corfo señaló que contempla proyectos por más de 150 millones de dólares en una década donde al menos el 60% del financiamiento vendría del contrato del salar de Atacama.
Recientemente, una de las promesas de la presidenta Bachelet, logró ponerse en marcha y apunta a preservar los mares.
Se trata de la creación del Parque Marino Nazca-Desventuradas, que consta de un área protegida con una superficie de 300 mil 035 Km2, una zona donde no se permitirá la pesca ni otras actividades extractivas.
Por Fausto Triana
Marrakech, Marruecos, 16 de noviembre 2016
Crónica Digital / PL
Bien por la energía solar, pero por otro lado quieren obligar a la gente que usa actualmente leña (no aporta C02) a usar combustibles fósiles. No sería lógico incentivar a nuestra universidades para que investiguen nuevas formas de uso de este combustible renovable, por ejemplo.