El presidente Juan Manuel Santos aseguró que el actual texto incluye modificaciones, precisiones o ampliaciones en 56 de los 57 ejes temáticos renegociados en Cuba, sede desde 2012 de los diálogos con ese movimiento guerrillero, el principal involucrado en la guerra interna.
Este consenso permitirá destrabar el avanzado proceso pacificador, entorpecido por los inesperados resultados del plebiscito.
El acto de este jueves será en el capitalino Teatro Colón, situado en el centro histórico, y a diferencia del celebrado en Cartagena de Indias el 26 de septiembre para suscribir el primer tratado, la sencillez será su sello distintivo.
A esa cita asistieron unos dos mil invitados, entre ellos 15 gobernantes -incluido el mandatario anfitrión-, junto a representantes de organismos internacionales.
Según el programa, en esta ocasión los únicos oradores serán Santos y el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP), Timoleón Jiménez.
Tal ceremonia transcurrirá en medio de un amplio dispositivo policial, informaron televisoras locales que transmitieron imágenes del despliegue militar.
Simultáneamente a los preparativos de última hora en el Teatro Colón, organizaciones como Paz a la Calle convocaron a los ciudadanos a respaldar la rúbrica con una manifestación en la emblemática Plaza Bolívar.
Queremos evidenciar el apoyo popular al acuerdo entre el Ejecutivo y las FARC-EP, además nuestra movilización será una respuesta frente a la reacción del partido de derecha Centro Democrático (CD) -encabezado por el expresidente Álvaro Uribe-, el cual rechazó el documento, comentó a Prensa Latina José Antequera, uno de los coordinadores de la concentración.
Voceros del CD anticiparon que podrían comenzar a recolectar firmas con el objetivo de impulsar un referendo para modificar el trato.
Después de más de ocho procesos de paz a lo largo de 34 años, que no concluyeron, tenemos ante nosotros la oportunidad única de cerrar este capítulo tan doloroso de nuestra historia el cual ha enlutado y afligido a millones de colombianos, enfatizó Santos esta semana en un llamado a la unidad en torno al pacto con las FARC-EP.
Las negociaciones en la capital cubana duraron casi cuatro años, etapa en la que ambos equipos sortearon hondas contradicciones y varios impasses durante los cuales los diálogos parecieron insalvables, así como la resistencia de tradicionales detractores de la salida civilizada a la confrontación.
Pero uno de los momentos de mayor confusión y desconcierto fue el 2 de octubre cuando venció el No en el plebiscito convocado para validar mediante el voto de la ciudadanía el conjunto de convenios.
El paso siguiente será la refrendación a través del Congreso de la República, donde elaborarán también las leyes de la paz.
Por Adalys Pilar Mireles
Bogotá, 24 de noviembre 2016
Crónica Digital