Al responder a la pregunta de si considera que el Sumo Pontífice está realmente interesado en combatir el abuso sexual a menores, Collins respondió ‘creo firmemente que sí, creo en él y su trabajo, pero no comprendo por qué tanta resistencia’.
Francisco -dijo- ha sido sincero desde el principio, ha tomado decisiones claras en cuanto a tolerancia cero, ‘pero en torno a él las cosas no funcionan como deberían’.
La experta y a su vez víctima de un sacerdote pedófilo cuando tenía 13 años, rehusó mencionar nombres para no perjudicar el trabajo de la comisión en la cual tiene aún esperanzas y expectativas.
Sin embargo, se refirió a cómo la Congregación para la Doctrina de la Fé no respondía a sus solicitudes, sobre lo cual dejó constancia escrita al abandonar su cargo.
‘En particular me hirió el hecho de que la recomendación de la comisión de crear un tribunal para juzgar a los obispos negligentes, aprobada por el Papa y anunciada en junio de 2015, no tuvo algún seguimiento’, puntualizó.
Explicó que esa iniciativa tropezó con problemas legales imprecisos y de esa manera el tribunal no fue nunca constituido.
Según Collins, con frecuencia se escuchan declaraciones sobre la profunda preocupación de la Iglesia por las víctimas de los abusos, pero después en privado el hecho es que en el Vaticano hay quienes se rehúsan aún a reconocer las cartas enviadas para tratar de resolver esta preocupación.
La realidad -subrayó- es que existe resistencia y eso para mí es inaceptable, en tanto añadió que a pesar de su salida de la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores, creada por Francisco en 2014, ella continuará colaborando.
Roma, 2 de marzo 2017
Crónica Digital /PL
