El presidente estadounidense, Donald Trump, prolongó un año más una emergencia nacional con respecto a Irán que data del 14 de noviembre de 1979, informó la Casa Blanca.
La decisión, según el aviso, está en conformidad con la Ley de Poderes Económicos por Emergencia Internacional para enfrentar ‘la extraordinaria e inusual amenaza a la seguridad nacional, política exterior y economía de Estados Unidos’.
‘Nuestras relaciones con Irán aún no se han normalizado, y el proceso de implementación de los acuerdos del 19 de enero de 1981 está en marcha’, apuntó Trump.
Por esa razón, agregó, la emergencia nacional declarada el 14 de noviembre de 1979 y las medidas adoptadas entonces deben continuar vigentes después del 14 de noviembre de 2017.
Esta renovación ocurre menos de un mes después de que Trump se negara a certificar el cumplimiento por Irán del pacto nuclear alcanzado en julio de 2015 entre el país persa y seis potencias mundiales (Estados Unidos, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania).
Como parte del anuncio sobre una nueva estrategia para Irán, el jefe de la Casa Blanca pidió a su administración trabajar con el Congreso en aras de arreglar los defectos que desde su punto de vista tiene el Plan Integral de Acción Conjunta (Jcpoa, siglas en inglés).
A su juicio, si no se llega a un arreglo con el Legislativo y los aliados de Estados Unidos, él podría entonces dar por terminado el acuerdo.
Tal acción del gobernante se produjo después de que Catherine Ray, portavoz de la Unión Europea, insistiera en que el Jcpoa es una solución duradera a largo plazo para el tema nuclear iraní y está funcionando, además de su reconocimiento por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Trump puntualizó además que la ejecución de dicha estrategia comprende nuevos castigos contra el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica, división élite del ejército iraní a la cual acusó de apoyar al terrorismo.
Washington, 7 noviembre 2017
Crónica Digital/PL
Mar Nov 7 , 2017
Los resultados de las recién concluidas elecciones regionales en Sicilia, refuerzan hoy los pronósticos sobre la posible victoria de una coalición de partidos italianos de centroderecha en los comicios legislativos del próximo año. El nuevo gobernador será Sebastiano Musumeci, apoyado por una alianza integrada por Fuerza Italia (FI), del ex primer ministro Silvio Berlusconi; la xenófoba Liga Norte (LN), encabezada por Matteo Salvini; Hermanos de Italia, liderada por Giorgia Melloni; y la Unión de Demócrata-Cristianos y de Centro. Según el resultado del escrutinio concluido la víspera, casi a medianoche, Musumeci obtuvo el 39,8 por ciento de los votos, seguido por Giancarlo Cancelleri, del Movimiento 5 Estrellas (M5E), con 34,7; y Fabrizio Micari, del Partido Democrático (PD), con el 18,7. A continuación se ubicaron Claudio Fava, candidato de un frente de izquierda encabezado por el Movimiento Democrático y Progresista (MDP, Izquierda Italiana (SI), los Verdes, Refundación Comunista y movimientos sociales, con 6,1; y Roberto La Rosa, de Sicilianos Libres, con el 0,7. De los 4,66 millones de electores con derecho al voto concurrieron a las urnas 2,17, equivalentes al 46,76 por ciento, comparado con 47,41 en 2012. La victoria en Sicilia, región a la cual corresponden 62 de los 630 escaños de la Cámara de Diputados, aproxima a los dirigentes de los tres principales partidos del centroderecha, aunque para formar una coalición quedan aún por solucionar temas relacionados con el liderazgo, diferencias programáticas y prioridades tácticas. Entre las más importantes en este último sentido, están una posible alianza de FI con el PD después de las elecciones legislativas, a lo cual se opone Salvini, y una intención similar de su parte respecto al M5E, enemigo jurado de Berlusconi. El gran derrotado en los comicios de Sicilia, en los cuales se eligieron además los 70 miembros de la asamblea legislativa regional, fue el PD y en especial su actual secretario, el ex primer ministro Matteo Renzi, quien podrá enfrentar eventualmente nuevos retos a sus aspiraciones de retornar a la jefatura del gobierno. Al aceptar el fracaso, dirigentes del partido como Davide Faraone, apuntaron el dedo acusador, según el diario La Repubblica, contra otras organizaciones como el MDP y SI, al no apoyar a Micari y presentar en cambio la candidatura de Fava con lo cual, según ellos, dividieron el voto del centroizquierda. Las críticas fueron dirigidas también contra el presidente del Senado, Pietro Grasso, oriundo de Sicilia donde desarrolló su carrera como magistrado antimafia, quien no sólo declinó ser el candidato del PD, después de dos meses de espera por su respuesta, sino que abandonó el partido tras la aprobación de la nueva ley electoral. En el mismo sentido sobre la división del centroizquierda se pronunció el vicesecretario y coordinador del PD, Lorenzo Güerini, para quien lo importante ahora es ‘trabajar sin demora para lograr y formalizar una alianza que sea alternativa a la derecha y al populismo y trabajar de inmediato con vistas a las elecciones nacionales’. El responsable nacional de entes locales de SI, Paolo Cento, rechazó ‘el vulgar […]
