Vie Dic 4 , 2020
Especialistas de la Universidad de Valparaíso se mostraron sorprendidos por el informe entregado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación (FAO), que reveló que en Chile las cifras de desnutrición infantil alcanzaron niveles que en algunos casos superan los seis puntos porcentuales, en regiones del norte del país y la Región Metropolitana. Además, en el sur se registran altas tasas de sobrepeso y obesidad. Las regiones más afectadas por la desnutrición infantil crónica son Tarapacá (6,4%), Atacama (6,1%), Metropolitana (6,1%) y Arica y Parinacota (5,8%). En el sur, las regiones que presentan las mayores cifras de sobrepeso infantil son La Araucanía (18,9%), Magallanes (18,7%), Ñuble (18,6%) y Los Ríos (18,6%). El científico del Centro de Neurobiología y Fisiopatología Integrativa, CENFI, de la Universidad de Valparaíso, Gonzalo Cruz, quien investiga las enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad, opina que el estudio puede ser un reflejo de la inequidad y el nivel educacional de América Latina, incluido Chile. “Si ves bien los datos, aumentó la obesidad y la desnutrición, ambos asociados a un nivel socioeconómico más bajo, la desnutrición en zonas más rurales y la obesidad en zonas urbanas, pero ambas concentradas en los niveles socioeconómicos bajos. Un punto importante es el costo de la vida versus los bajos ingresos: cada vez la gente pobre es más pobre y eso lleva a desnutrición cuando no alcanzan los fondos para comprar alimentos, o a obesidad cuando los fondos alcanzan solo para alimentos de baja calidad y alta densidad calórica, es decir, menor consumo de carnes, pescados, frutas y verduras”, sostiene. Origen multifactorial Para la directora alterna del Centro de Estudios Interdisciplinarios en Salud (CIESAL) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso, Mariane Lutz, la realidad de la malnutrición en Chile es el resultado de una serie de factores que están presentes a nivel global y que afectan a un sinnúmero de países. “Queda en evidencia que las razones se relacionan principalmente con aspectos socioeconómicos, destacando la inequidad y desigualdad en el acceso a alimentos nutritivos e inocuos, provenientes de sistemas alimentarios saludables y sostenibles. Factores como bajo ingreso familiar, baja educación de los padres (especialmente de la madre), mala sanidad ambiental, embarazos poco espaciados, lactancia materna corta o inexistente, entre otros, contribuyen a la malnutrición”, explica la académica e investigadora. En cuanto a las cifras dadas a conocer por Naciones Unidas sobre la desnutrición y la obesidad en nuestro país, Mariane Lutz asegura que estas ya marcaban un alza antes de la pandemia de COVID-19. “Los datos de la encuesta CASEN indican que entre 2013 y 2017 la desnutrición infantil aumentó en Chile de 2,4% a 3,2%. La pandemia ha contribuido a elevar estas cifras en este y otros grupos etarios, cambio asociado estrechamente al aumento de la pobreza. Asimismo, es muy preocupante que, en paralelo, aumenten las cifras de obesidad asociada al consumo de alimentos de mala calidad y bajo precio, que se caracterizan por ser muy procesados, con un elevado contenido calórico, de grasas, azúcares y sodio, en desmedro de nutrientes, fibra […]