Inmerso en una increíble disputa de la derecha para impedir que sea bautizado con el nombre de Pablo Neruda, el Aeropuerto Internacional de Santiago de Chile entró hoy en profunda fase de ampliación.
La principal terminal aérea del país austral espera acoger hacia el año 2020 alrededor de 30 millones de pasajeros anuales, en lugar de los 16 millones que recibe en la actualidad, con una fuerte inversión de firmas extranjeros y el Gobierno nacional.
Denominado hasta ahora Arturo Merino Benítez, desde hace algún tiempo existe la iniciativa de cambiarlo a Poeta Pablo Neruda, luego de una larga controversia por impedir que llevara solo el nombre del Premio Nobel de Literatura.
Pese al reconocimiento internacional del extraordinario escritor, la filiación política de Neruda, de profunda trayectoria de izquierda y comunista, provoca escozor en las fuerzas de derecha de Chile.
Nuevamente el tema saltó a la palestra y aunque ahora la idea es nominarlo como Poeta Pablo Neruda, la oposición se manifestó con una visión sesgada al pondera a Merino Benítez, fundador de la Fuerza Aérea de Chile.
Algunos intelectuales señalaron ante la «miopía intencionada» de la derecha en el país, que por ejemplo la principal terminal aérea de Roma se llama Leonardo Da Vinci, en honor a uno de los personajes más ilustres de Italia.
Como solución intermedia, que tampoco cuenta con el apoyo de los ultraconservadores de Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente, es colocar el nombre de Neruda al nuevo edificio del aeropuerto, manteniendo el anterior igual.
En definitiva el consorcio integrado por la firmas Aeroports de París, Vinci Airports, ambas de Francia, y Astaldi Concessioni de Italia, invertirán 700 millones de dólares en los próximos cuatro años para la ampliación del aeropuerto.
El grupo europeo se llama Nuevo Pudahuel, en referencia a la comuna donde desde hoy comenzaron las obras, y está dirigido por Nicolás Claude, quien confió en el desarrollo aeronáutico de Chile para hacer crecer su tráfico.
Entre obras comprendidas en el proyecto destacan la construcción de un nuevo edificio terminal internacional de pasajeros de 157 mil metros cuadrados, y la remodelación del inmueble existente para tráfico nacional.
Aumentarán los espacios de estacionamientos de vehículos de tres 700 a siete mil 800, instalación de 70 módulos de autochequeo para los pasajeros, y nuevos puentes de embarque, pasando desde los 18 actuales a un total de 67.
Además, ascensores, escaleras mecánicas y la incorporación de veredas rodantes.
Santiago de Chile, 3 de octubre 2015
Crónica Digital / PL