Corte Suprema resolvió la sentencia en torno al llamado “Caso Conferencia 2”, entre cuyas víctimas se encuentra mi padre, Waldo Pizarro Molina, detenido desaparecido desde el 15 de diciembre de 1976, cuando fue secuestrado por agentes de la DINA.
Luego de un recurso de casación presentado por nuestra familia, la sentencia de reemplazo reconoce que contra mi padre, así como contra sus compañeros, se cometieron crímenes de lesa humanidad.
Por otra parte en el fallo se plasma, por primera vez, lo siniestro, lo cruel y lo inhumano que fue el Centro de exterminio Simón Bolívar, lugar que tuvo carácter de secreto y donde se torturaba, se inyectaba pentotal a los prisioneros, para luego ser lanzados al mar desde helicópteros de la FACH.
Importante es destacar que la sentencia de la Corte Suprema desecha cualquier medida de prescripción, eliminando así las distintas formas de impunidad a la que apelaban los criminales.
En total son 29 los condenados por esta causa, algunos de ellos deberán cumplir por primera vez pena efectiva, entre ellos, Federico Chaigneau, teniente coronel en retiro que hasta el día de hoy había logrado esquivar a la justicia.
No puedo dejar de relevar que la justicia llegó 47 años después de sucedido los hechos, cuando muchos de los culpables ya han fallecido en total impunidad. Por otra parte, muchos familiares de las víctimas también han partido. Pienso en mi mamá, Sola Sierra, esposa de Waldo, que luchó toda su vida por una justicia que nunca vió llegar.
Pienso también en mis hermanos Waldo y Lenia, con quienes crecimos y luchamos por lo mismo. Pienso en mi familia, marcada por un profundo dolor pero también por un sincero amor a la vida.
Acá no hay sentencia que me devuelva a mi padre, no hay justicia que me permita abrazarlo, él sigue en calidad de detenido desaparecido y ahí es donde radica el dolor, una herida no solo para mi y mi familia, sino que una herida para el país. Una justicia que llega 47 años tarde, no es justicia en su totalidad.
De todas maneras es importante destacar que este fallo evidencia lo macabro que llegó a ser la dictadura y sus agentes estatales, el horror que significó la tiranía para el pueblo chileno.
En ese sentido, y en un Chile amenazado por la oleada fascista y negacionista, un fallo como este no deja de ser importante porque recuerda lo que algunos niegan o incluso celebran: en Chile hubo una brutal dictadura cívico-militar que torturó, mató e hizo desaparecer a quienes pensaban distinto. Prohibido olvidar.
Verdad total, Justicia plena.
Lorena Pizarro Sierra, diputada e hija de Waldo Pizarro, detenido desaparecido por la dictadura de Pinochet.
Santiago de Chile, 23 de junio 2023
Crónica Digital
