Jue Ago 17 , 2023
Crítica Por Miguel Alvarado Natali, Editor de Cultura. Stalin es una obra con elementos ficticios acontecidos entre 1952 y 1953, escrita por Gastón Salvatore (1941-2015) de madre chilena y padre italiano. Después de estudiar derecho en la Universidad de Chile, se fue a Berlín, donde prosiguió con filosofía, Sociología y ciencias políticas. A partir de ahí escribió en alemán más de 20 obras desarrollando una exitosa carrera que lo llevó a ganar el Premio Kleist -símil alemán al Premio Nacional de Literatura-, mismo que en su momento obtuvieron Bertolt Brecht. Con la dirección de Jesús Urqueta, a quien viéramos hace un par de meses dirigiendo “Primavera con una Esquina rota”, montaje emblemático del Ictus. Stalin, que fuera estrenada en Berlín en 1987, se estará presentando en el Teatro Finis Terrae hasta el 3 de Septiembre. El director y actor judío del Teatro Nacional de Arte de Moscú, Itsik Sager, es detenido y llevado a la Dacha de Kúnstevo, residencia del dictador Iósif Stalin. Sager es interrogado por el propio Stalin que considera que se le está dando un caracter muy politizado a la versión que están presentando de la tragedia «El rey Lear», de Shakespeare. Ambos se enfrascan en una discusión que pone nervioso y con mucho temor a Sager, quién es advertido por Stalin que su hijo, que también trabaja en el teatro, podría estar realizando actividades ajenas al montaje. Los actores en escena van deslumbrando poco a poco al público. Sabemos que a Stalin no le gustaba que interpretaran a Hamlet, pero desconocemos sí hay algo verídico en este tremendo y potente diálogo, que sostienen dictador con director. Ahora que Stalin era una pesadilla para los dramaturgos lo era, el ejemplo más bullado y patético, fue el del escritor Ruso Mijaíl Bulgákov, opositor al régimen y lo demostraba en sus obras, siendo atacado por la crítica y censurado por más de 10 años, cuando pidió autorización de abandonar el país el propio Stalin lo llamó por teléfono pidiéndole explicaciones. Bulgákov nunca abandono Rusia, pero sufrió allanamientos, hostigamientos constantes y sus presentaciones siempre fueron boicoteadas. Sergio Hernandez (78) una vez más demuestra su perseverancia y entrega, ahora en el rol de Stalin. Le quedan bien los uniformes, como el de Comandante de la Armada en “Dawson. Isla 10” o el de jefe militar en la cinta “No”. Le da prestancia a un Stalin que medía lo mismo que Napoleon, 1.68 y lo hace magistralmente duro, soberbio y hasta burlesco. Entonces tenía que ser un actor casi gigante para el rol de el director de teatro que lo enfrentaría. Por tanto, Daniel Antivilo (59) que es recurrente en papeles de reparto como en “Matar a un hombre”, “Perro Bomba” y la más reciente “Brujería”, asume el papel de Itsik Sager, un viejo actor judío y director de teatro. Su interpretación es sólida de un atormentado artista que tiene que lidiar con un dictador. De sumiso sentado enfrente de él hasta agigantarse e imponerse dignamente ante el tirano. La escenografía hace un aporte al […]