Once comuneros mapuches quedaron absueltos ayer de un largo proceso en el que se les acusaba del asesinato por incendio de la casa de un matrimonio de ancionados el 4 de enero de 2013.
El juez del Tribunal Oral de Temuco, Ignacio Rau, decretó la absolución de los 11 indígenas acusados del delito de «incendio terrorista», entre ellos una «Machi» (médico curandera mapuche).
La pareja integrada por el agricultor Werner Luchsinger y su esposa, Vivianne Mckay, murió calcinada luego del ataque intencional a su casa en el sur de Chile. Eran ciudadanos de origen suizo con más de mil hectáreas en la zona.
Según el magistrado Rau, la prueba aportada por los acusadores resultó insuficiente para demostrar el carácter terrorista del ilícito, en una audiencia pública de lectura del veredicto este miércoles luego de cerca de cuatro años de investigación.
Al no haberse superado el estándar probatorio exigido, se dictará sentencia absolutoria a
los imputados, afirmó Rau.
La machi Fracisca Lincolao, mayor figura religiosa de los mapuches, acusó de racismo a la fiscalía, después de pasar nueve meses de cárcel en prisión preventiva.
«Yo no miento, soy machi y hablo con la verdad», dijo de forma categórica Lincolao.
El denominado conflicto mapuche mantiene su explosividad en el sur de Chile, más concretamente en la región de La Araucanía, donde algunas comunidades mapuches reclaman la propiedad de tierras ancestrales.
Los mapuches poseen apenas el 5 por ciento de las tierras, el resto está en manos de empresas privadas que las poseen legalmente, pero los indígenas, que en su mayoría viven en la extrema pobreza, exigen una reparación histórica.
Santiago de Chile, 26 de octubre 2017
Crónica Digital /PL