Con un espacio renovado, acorde a las necesidades del siglo XXI, la Biblioteca y Centro de Documentación del Museo Nacional de Bellas Artes reabre sus puertas al público a partir del martes 18 de julio.
La remodelación será inaugurada el jueves 29 de junio a las 12:00 horas. El proyecto consistió en la reorganización del espacio de la Biblioteca y Centro de Documentación, ubicados en el primer piso nororiente del Museo. Los trabajos comenzaron en diciembre de 2016 y culminaron en mayo de 2017, con un valor de $106.025.771.
El proyecto cuenta con la aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales, siguiendo la norma de reversibilidad estipulada para los edificios protegidos por la Ley de Monumentos.
Para Ángel Cabeza, director Dibam, “la remodelación de la Biblioteca y Centro de Documentación MNBA constituye un gran avance en la puesta en valor de este edificio, declarado Monumento Nacional en 1976. Asimismo, permite modernizarlo con miras a un beneficio directo para la ciudadanía. Este es un avance más para sentirnos orgullosos de los tesoros que nos unen”.
“Esta renovación otorga el debido espacio a una de las mejores colecciones bibliográficas y documentales, especializadas en arte chileno. Desde ahora contamos con un lugar que brindará el marco necesario para la investigación y la difusión del conocimientos, ámbitos profundamente ligados a la misión del Museo”, explica Roberto Farriol, director del MNBA.
“Este fue un largo anhelo para nuestro equipo y justamente se concreta en el 40 aniversario de la Biblioteca. Comenzó a funcionar en 1977, con muy pocos ejemplares en las oficinas de administración y hoy es un centro de referencia indiscutido”, comenta
Doralisa Duarte, jefa de la Biblioteca y Centro de Documentación MNBA. La supervisión del proyecto la llevó a cabo la Unidad de Infraestructura de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam), a través del inspector técnico de obras, el arquitecto Gonzalo Valderrama. La empresa Moguerza Constructora SPA se adjudicó la licitación de la iniciativa.
La remodelación fue diseñada por un costo de $11.500.000, por la empresa Sebastián Bravo Moreno Arquitectura EIRL y contó con un equipo multidisciplinario de arquitectos, ingenieros diseñadores industriales, entre otros.
Esta iniciativa se suma al proyecto de restauración de las fachadas del edificio del Museo, inaugurado en 1910, en el marco de las celebraciones del Centenario de la República.
Los trabajos El primer problema fue lidiar con la falta de espacio.
Para eso se construyó un altillo de 35 m2 para instalar las áreas de trabajo del equipo de profesionales de la Biblioteca. Para tales efectos, en una atrevida jugada estructural, se adosaron estructuras metálicas en los muros de albañilería laterales y se colgó con tirantes a la losa superior, con el fin de sostener el peso de la nueva instalación y no sobrecargar la losa inferior, que fue reforzada para sostener el peso de los estantes. Con esto, se dejó el nivel de suelo libre para la atención de público y el almacenamiento.
Recogiendo las recomendaciones del Consejo de Monumentos Nacionales, se incorporó una escalera de caracol para el segundo piso de la biblioteca y un montacarga para los libros. Se habilitó un espacio de almacenamiento de las colecciones con estanterías móviles full space, que multiplicó el espacio para albergar libros y documentos existentes, proyectando el crecimiento a futuro.
También se renovaron los espacios de consulta y lectura para el público. Se compraron nuevos equipos y elementos de ambientación, como computadores, pantalla, lámparas, escritorios y separadores de espacios. El lugar se climatizó de acuerdo a la normativa vigente y se implementó un nuevo sistema de iluminación, que incluye el diseño de una lámpara sobre la mesa central de la zona de consulta, que se ciñe a la escala de la rotonda.
Además se restauró el parquet, las cornisas de yeso, zócalos, ventanas y postigos. Se cambió el sentido de apertura de la puerta y reja de acceso desde el hall del Museo, se habilitaron mobiliarios especiales para convertirlo en un espacio accesible.
Colecciones
Se han obtenido a través de la compra, el canje, la donación y el Depósito Legal. El convenio de canje con más de 100 instituciones de arte a nivel nacional e internacional, permite contar con un acervo único de libros, catálogos razonados y material de exposiciones internacionales destacadas. Asimismo, la permanente donación de los propios artistas y/o sus familias así como también de críticos e investigadores de arte, ha permitido sumar bibliotecas particulares y fondos documentales de artistas.
En la actualidad se encuentran a disposición del público más de 37 mil volúmenes (libros, publicaciones periódicas y catálogos de exposiciones), además de 630 metros lineales de estantería con documentos (diplomas, certificados, cartas personales e institucionales, currículums, fotografías, diapositivas, afiches y videos).
Santiago de Chile, 28 de junio 2017
Crónica Digital