Washington llegó, incluso, a retomar el funcionamiento de una entidad muy similar al departamento para medidas activas contra la Unión Soviética, comentó la portavoz.
Durante la campaña electoral presidencial en Estados Unidos, la Casa Blanca acusó a Rusia de realizar ataques cibernéticos para influir en ese proceso, en referencia a la aparición en Internet de documentos embarazosos para el Partido Demócrata, de Hillary Clinton. Las revelaciones describían como el equipo de Clinton realizó maniobras en complicidad con la dirección del referido partido, para eliminar de las primarias al liberal Bernie Sanders.
Moscú en todo momento rechazó tales acusaciones, sobre las cuales la administración del presidente Barack Obama basó argumentos para proponer una iniciativa que permita imponer sanciones a Rusia por esa presunta práctica, de la que nunca presentó prueba alguna.
En su momento, Zajarava, a una interrogante de si era cierto el trabajo de Rusia para influir en los procesos electorales en Estados Unidos, se preguntó irónicamente: ¿acaso Obama será nuestro también?.
La campaña de Washington se extiende, sobre todo, a crear informaciones falsas sobre ataques de la aviación rusa contra hospitales y escuelas en la ciudad siria de Alepo, aunque Moscú asegura que sus aviones no vuelan allí desde el 18 de octubre pasado.
Moscú, 7 de diciembre 2017
Crónica Digital / PL