La reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto del 16 de abril pasado en la costa noroccidental de Ecuador costará tres mil 344 millones de dólares, confirmó hoy una fuente oficial.
Según informó la secretaria nacional de Planificación y Desarrollo, Sandra Naranjo, este miércoles en rueda de prensa, el Estado financiará dos mil 253 millones de dólares (67 por ciento) del monto total, mientras que los restantes mil 91 millones deberán ser aportados por el sector privado.
Tras apuntar que las secuelas del sismo de 7,8 grados en la escala de Richter restarán 0,7 puntos porcentuales al Producto Interno Bruto del país, la funcionaria señaló que los fondos para reconstrucción provendrán de las medidas tributarias tomadas por el gobierno, los créditos de contingencia, el Fondo Monetario Internacional y del Presupuesto General del Estado.
En ese sentido detalló que con la Ley de Solidaridad con los damnificados que entra en vigor este miércoles, y contempla el incremento por año del Impuesto al Valor Agregado y la entrega de un día de salario por parte de los trabajadores que ganen más de mil dólares mensuales, entre otras regulaciones, se espera recaudar mil millones de dólares.
Instituciones como los bancos Mundial,Interamericano de Desarrollo y de Desarrollo de América Latina aportarían 600 millones de dólares en líneas contingentes, mientras que el Fondo Monetario Internacional contribuiría con otros 400 millones de dólares.
Los restantes 193 millones de dólares serán extraídos del Presupuesto General del Estado y otras fuentes internas, agregó Naranjo, quien aseguró que los fondos provenientes de la venta de algunos activos como hidroeléctricas y canales de televisión anunciada por el presidente Rafael Correa días atrás ingresarían a las arcas del país.
Además de los 663 muertos, 12 desaparecidos y cuatro 859 heridos que dejó el movimiento telúrico principalmente en las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas, el estudio post desastre realizado por expertos de Naciones Unidas y de la Comisión Económica para América Latina arrojó que hay 80 mil personas desplazadas, y casi 30 mil viviendas y edificios públicos sufrieron algún tipo de daño.
Divididas por sectores y cuantificadas en términos monetarios, las afectaciones en el terreno social alcanzan los mil 369 millones de dólares, mientras que en el productivo las pérdidas se estiman en mil 32 millones, y otros 862 millones en infraestructura.
Los costos por concepto de seguridad y atención a la emergencia, más el daño al medio ambiente se calculó en 81 millones de dólares.
De acuerdo con Naranjo, una vez evaluado el monto, el objetivo inmediato del gobierno será acometer la reconstrucción enfocado en la reducción de las vulnerabilidades para evitar riesgos futuros.
La reconstrucción debe ser una política de Estado y no de gobierno, recalcó la secretaria de Planificación y Desarrollo, quien recordó que en febrero de 2017 habrá elecciones generales en Ecuador.
De su lado, el representante permanente de Naciones Unidas en Ecuador, Diego Zorrilla, comprometió el apoyo de ese organismo internacional en la nueva etapa que acometerá la nación suramericana, y también llamó a sacar lecciones del desastre para que la reconstrucción, dijo, sea sensible al riesgo.
Quito, 1 junio 2016
Crónica Digital / PL