Trump y los republicanos se enfrentan a un posible desastre el día de las elecciones del 3 de noviembre si no cambian rápidamente la trayectoria de la carrera electoral, opinan algunos observadores.
Otros consideran que la mayoría con que cuentan en el Senado está en peligro y las esperanzas de recuperar la Cámara de Representantes parecen haber desaparecido hace tiempo.
‘El panorama es muy complejo en este momento y existe la posibilidad de que los demócratas puedan controlar la Casa Blanca, el Senado y la Cámara de Representantes, lo cual se está convirtiendo en una cruda realidad’, advirtió el expresidente del Comité Nacional Republicano Michael Steele, citado por el diario The Hill.
Añadió que se podría empezar a ver a los republicanos en modo de supervivencia. ‘Ya hay senadores del partido que buscan distanciarse del presidente’ porque tratan de proteger el control de la Cámara alta. ‘Esta lucha es mucho más profunda para los republicanos y podrían perder más que la Casa Blanca’, subrayó.
Por su parte los demócratas (la denominada fuerza azul) ya perciben que tienen cierta ventaja en este momento, pero hay nerviosismo y el partido sigue obsesionado por el fracaso al no prever la sorprendente victoria de Trump en las elecciones de 2016 sobre Hillary Clinton, dicen analistas.
‘Los números recientes se han movido a nuestro favor; sin embargo, la expectativa es que todo sea muy reñido’, consideró Josh Schwerin, un estratega de Priorities USA, el grupo externo más grande que apoya la campaña de Joseph Biden.
Trump sigue al presunto candidato demócrata por 8,7 puntos a nivel nacional en el promedio de las encuestas de RealClearPolitics. Un estudio reciente lo pone con ventaja de 15 puntos.
De acuerdo con la pesquisa las buenas notas de Biden están fuera del margen de error en cuatro de los seis estados principales que despejarían el sendero hacia la mansión ejecutiva.
Va al frente por seis puntos o más en los promedios de RealClearPolitics en Michigan, Wisconsin, Pennsylvania y Florida, entretanto un nuevo tanteo en Florida pone a Biden por delante con 13 puntos y muestra una diferencia menor en Carolina del Norte y Arizona.
El director de la campaña de Trump, Bill Stepien, dijo a los periodistas el viernes que las encuestas no reflejan con precisión el estado de la carrera electoral.
Existen tendencias que pasarán inadvertidas hasta la noche de las elecciones, expresó al insistir ‘nosotros tenemos razón y ellos están equivocados’.
No obstante, los senadores republicanos están a la defensiva en todo el mapa político, tanto en los estados que son campo de batalla, como Carolina del Norte y Arizona, como en los conservadores, incluyendo Alaska, Montana, Carolina del Sur, Texas, Iowa y Georgia.
Los aspirantes demócratas en las carreras por el Senado superaron a todos los senadores republicanos en el segundo trimestre, en algunos casos con grandes márgenes, de acuerdo con reportes de medios locales.
De momento, Trump dio un giro en su estrategia. Va rezagado por culpa del mal manejo de la pandemia de la Covid-19 y las tensiones raciales reavivadas aquí tras el asesinato el 25 de mayo del ciudadano afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco de Minneapolis, lo que gravita en la mente de muchos votantes.
Movido por esto, el mandatario intenta revertir los números y cuadrar con la opinión pública, particularmente, sobre el tema de la pandemia. Ahora promueve el uso de máscaras y canceló la convención republicana en Jacksonville, Florida, mientras reinicia sus sesiones informativas diarias sobre la crisis sanitaria.
Meses atrás la campaña del mandatario había planeado centrarse exclusivamente en el tema de la economía, sin embargo la irrupción de la Covid-19 debilitó el argumento de la reelección, apuntó el periódico.
‘Si las elecciones fueran hoy, los demócratas estarían en una posición bastante fuerte para barrer la mayoría, si no todas las elecciones críticas. El problema es que las elecciones no son hoy’, alertó el estratega del partido azul Chris Kofinis.
Cauto sobre lo que acontece precisó que ‘hay demasiada incertidumbre para creer que estas elecciones están de alguna manera en la bolsa’.
Y pese a que el gobernante republicano mantiene el entusiasmo en buena parte de su base electoral, no es menos cierto que ha visto su apoyo erosionarse en los últimos meses entre los grupos que impulsaron su carrera en 2016.
Para los más críticos, en política 100 días es mucho tiempo, y es difícil hacer vaticinios, aunque apuestan por la elección del mejor entre los dos males.
Washington, 27 julio 2020
Crónica Digital/PL
