Los datos mas recientes muestran un sostenido fortalecimiento del euro, con niveles de hasta 1,41 dólares por unidad, en una tendencia que consolida la credibilidad de la moneda única europea y, al mismo tiempo, atenta contra la actividad exportadora del viejo continente.
Países como Venezuela estudian medidas dirigidas a evitar efectos adversos por ese comportamiento, en una coyuntura en la cual se contempla la opción de diversificar la composición de las reservas de divisas.
En ese sentido, el presidente Hugo Chávez instruyó acciones de ese tipo para reorientar los capitales hacia monedas como el euro y las asiáticas, para de esa forma minimizar el impacto del dólar débil.
Por otra parte, para aquellas empresas latinoamericanas que tiene al mercado estadounidense como el principal destino de sus ventas, la actual situación representa una reducción de su poder real de compra frente a un nivel similar de ingresos.
Asimismo, de convertirse en realidad la caída en el ritmo de expansión en la economía norteamericana los grandes grupos comerciales del subcontinente se enfrentarían a una menor demanda de bienes y servicios, con el consiguiente deterioro de sus operaciones.
A lo anterior se añade el hecho de que se encarecen las exportaciones hacia ese mercado pues el dólar se deprecia también en comparación con las propias monedas locales.
Mientras, analistas financieros en Washington señalaron que la situación actual del billete verde favorece al sector exportador del país, además de contribuir a reducir la enorme brecha comercial que afecta a la balanza de pagos.
Con un dólar en franco retroceso, los expertos estiman que América Latina se beneficiaria con una reducción de los volúmenes del debito que tienen denominados en esa moneda.
Caracas, 21 de septiembre 2007
Prensa Latina , 0, 42, 12