Este martes, el presidente de Renovación Nacional, senador designado Carlos Larraín, anunció que pronto dará a conocer una propuesta de salario mínimo que llegaría a los $200 mil, luego de que “una comisión de amigos” lo asesorara para proponer esa cifra. Agregó que este monto le parecía “realista” con la realidad del país y que la propuesta que ha venido planteandola Central Unitariade Trabajadores, CUT, desde el primero de mayo pasado y que tienen relación con lograr un aumento significativo en el salario mínimo, alcanzando los $250 mil a él le parecía “excesiva”.
Ante esto, desdela CUTno tardaron en reaccionar y responder a lo planteado por Larraín. El consejero nacional Marco Canales afirmó que “las palabras del senador Larraín nos parecen insuficientes ya que, de partida, no se puede estar hablando de propuestas presentadas por un parlamentario a cuenta propia, asesorada por un grupo de amigos. Nos gustaría que ese mismo grupo de amigos lo asesorara de mejor manera, con elementos técnicos para que entendiera el por qué nosotros estamos planteando los $250 mil pesos como piso mínimo: no es un tema antojadizo, sino que tienen que ver con la pérdida del poder adquisitivo del trabajador en nuestro país, se ha ido devaluando y ya hace rato que no alcanza para todo lo que requiere una familia. Si lo comparamos a cómo han ido subiendo las cosas más básicas de consumo, el pan, el gas, los combustibles, los pasajes, las verduras, la carne, claramente nos daremos cuenta de que el salario mínimo ha estado estancado y que ya no alcanza simplemente”.
Agregó además quela CUTaspira a que este piso mínimo de $250 mil provoque un efecto dominó en lo que tienen que ser los distintos salarios de todos los chilenos, en el sentido de que necesariamente debieran incrementarse los salarios de aquellos que ganan por sobre los $250 mil para quedar acordes a lo que es el gasto real en el país: “esa cifra será una referencia para que los demás trabajadores también vayan buscando sus propias negociaciones colectivas a través de sus sindicatos, para que vayan subiendo gradualmente sus salarios.
Por otra parte, Canales asegura que no están dispuestos a asumir los costos de una negociación ni de que los pretendan dejar como intransigentes ante propuestas de diversos sectores y personas a título propio, “que es lo que al parecer pretenden hacer, pues ellos saben desde hace más de un mes cuál es nuestra propuesta y esta semana se la entregaremos de manera formal además. Creo que estas declaraciones tienen más que ver con algo mediático que con una propuesta de fondo, más con tratar de flexibilizar, de doblarnos la mano como siempre han querido hacerlo. Los trabajadores hemos sido demasiado pacientes en las últimas negociaciones tanto en las sindicales de cada empresa como cuando se trata de discutir el salario mínimo porque siempre nos anteponen cifras de equilibrios macroeconómicos y términos tecnicistas que persiguen acomodar al empleador y nunca al trabajador. Eso no nos sirve y ya hemos llegado a un punto en que la realidad nos ha superado, el costo a la vida nos sobrepasó y es necesario sincerar esto y pagar de una buena vez por todas un sueldo que alcance como mínimo a solventar los costos básicos”.
Por último, el dirigente sindical pone énfasis en que, debido a esta exigencia dela CUT, se ha constatado que efectivamente se puede discutir esta cifra, algo impensado en años anteriores cuando se rasguñaban incrementos mucho más exiguos para el salario mínimo: “esto ha dejado entrever que dentro de las mismas filas del oficialismo no hay consenso y mientras la ministra Matthei dice que quedará el caos y aumentará la censantía, un senador designado plantea que efectivamente se puede incrementar el salario mínimo en una cifra, aunque aún insuficiente, significativa. Por otro lado, nosotros planteamos un sueldo mínimo de $250 mil y una asignación especial de un 25% para zonas extremas porque hemos hecho largos análisis y hemos conversado con otros sectores, no sólo conla CPC, como ha sido de público conocimiento, sino también con pequeños y medianos empresarios con quienes también estamos en proceso de discusión sobre una probable alianza a futuro, porque sabemos que ahí está el 70% de la fuerza laboral y que no son ellos quienes pagan el salario mínimo, porque la pequeña empresa requiere de mano de obra calificada y técnicos. Entonces, acá quienes pagan el sueldo mínimo es la gran gran empresa, los grandes consorcios, las transnacionales, las que llegan y dividen sus negocios en distintas unidades económicas, con distintos RUT, con pocos trabajadores en cada uno y que no ponen enormes trabas para la organización de los trabajadores”.
Santiago de Chile, 5 de junio 2012
Crónica Digital