Washington. Investigadores de la española Universidad de Navarra identificaron la función biológica de una proteína determinada, la FOXP1, que interviene en la progresión de linfomas.
Los científicos demostraron el rol que desempeña esa proteína en el correcto funcionamiento de la respuesta inmune y su vínculo con el desarrollo de un tipo de linfoma agresivo.
En un estudio publicado en Blood, revista científica de la Sociedad Americana de Hematología, los especialistas explicaron que los llamados linfocitos B se reorganizan en microambientes para crear una respuesta inmune eficiente.
«Profundizamos en la relevancia funcional de la FOXP1 en los linfocitos B e investigamos su papel oncogénico en la célula de origen de la mayor parte de los linfomas», señalaron los autores principales del trabajo, dirigidos por José A. Martínez- Climent.
La investigación confirmó que esa proteína es un factor clave en la regulación de esos procesos malignos y en la formación de sus centros germinales, localizados en el bazo y los ganglios linfáticos.
«Además, participa directamente en la respuesta inmune humoral, regulando procesos de proliferación, diferenciación y reparación de ADN», refirieron los expertos.
«Esta proteína puede ser una diana terapéutica selectiva para un subgrupo de linfomas B que actualmente carece de tratamiento curativo», agregaron.
Según el estudio, los linfomas B representan el sexto cáncer más frecuente en los países desarrollados y constituyen un grupo heterogéneo de tumores variados que presentan distintas características biológicas y diferente evolución clínica.
Santiago de Chile 27 de mayo 2013
Crónica Digital