Tras un análisis cuidadoso de este caso en Brasil, no existen preocupaciones sobre la seguridad de las pruebas clínicas y el estudio independiente realizada aparte del conducido por el regulador brasileño recomendó que continúen, aseveró el vocero de la Universidad de Oxford.
AstraZeneca alegó, por su parte, que la política de la compañía no permite comentar sobre eventos individuales, pero aseguró que en el caso del voluntario brasileño, quien según la prensa de ese país suramericano habría recibido el placebo y no la vacuna contra la Covid-19, se siguieron todos los procesos de investigación.
Todos los eventos médicos importantes son valorados de forma cuidadosa por los investigadores, un comité independiente que evalúa las medidas de seguridad y las autoridades reguladoras, aseveró un portavoz de la farmacéutica.
Los ensayos clínicos en el Reino Unido fueron detenidos durante dos semanas en septiembre pasado, después que uno de los voluntarios británicos desarrolló efectos secundarios peligrosos.
La vacuna de Oxford, como ya se le conoce popularmente, se encuentra en la fase tres, la última antes de que un tratamiento sea declarado seguro para su aplicación masiva, y está siendo probada en varios países, entre ellos, Estados Unidos, Brasil y la India, los tres más afectados por la pandemia.
Londres, 22 de octubre 2020
Crónica Digital/PL
