Con satisfacción reaccionó el Primer Vicepresidente de la Cámara de Diputados, Lautaro Carmona, quien después de participar en el Comité Político en La Moneda, compartió el anunció del Gobierno de presentar dentro de las próximas semanas un proyecto de ley para regular el financiamiento en la política, esto generado después de conocerse el caso Penta.
Para Carmona, se hace necesario limitar el rol que está jugando el dinero, el cual hoy en día está ensuciando las campañas y las tareas de representación de los políticos «es un proyecto profundamente democrático, y espero yo, democratizador de la actividad política, no solo de los partidos, sino de todas las justas electorales. Hay que terminar, o limitar ostensiblemente el papel del dinero en la actividad política».
Más allá del rol del dinero y financiamiento de las campañas, está el papel que juegan los empresarios, y que en muchos casos lleva a cuestionar la intencionalidad de los aportes, algo que según Carmona está destruyendo la política «cuando un grupo de empresarios financia candidaturas parlamentarias o cualquier cargo de representación la pregunta que le cabe al ciudadano de a pie, al más humilde, al que hace más esfuerzo para llegar ese día a votar, es a quién va a representar esta autoridad, si a los ciudadanos que lo eligen o a las empresas que le financian la campaña, y eso es nefasto, pudre y hecha a perder la actividad política, y es lo que tiene tan a mal pie la validación del punto de vista de los ciudadanos de sus representantes».
Respecto al carácter del proyecto, Carmona cree que debe enfocarse en la transparencia y que además debe incluir una retroalimentación por parte de los representantes de dar cuenta a sus electores, cosa de evitar suspicacias de cualquier tipo «que sea transparente y que se deba esencialmente a la representación de una democracia, que funcione la soberanía ciudadana, que se ejerce por la vía del voto, pero también de un feedback, que el representante debe darle cuenta a quienes lo eligieron precisamente para ese cargo».
Finalmente Carmona cree que estos proyectos deben venir vinculados con la revocación del cargo cuando se descubre que un político no cumple los compromisos contraídos «uno de los temas de revocabilidad, que debiera ser casi automático, es descubrir que un representante se debe más a los financistas que a los ciudadanos, porque aquí está en juego qué pesa más en la sociedad, las grandes financieras de campaña o la soberanía ciudadana que radica en el cuerpo de electores que el país tiene».
Por Javier Cáceres
Santiago de Chile, 14 de octubre 2014
Crónica Digital