A vosotros que escribís sobre la diáspora
Llegaron con un camión,
daba gusto ver tanta disciplina,
no jugaban a ser malos en
películas alemanas de los años treinta,
porque yo las vi todas;
detrás de las córneas
de mis ojos invisibles,
un capitán o quizá, un coronel,
dando gritos como daban
hurgó una libreta negra,
apenas un gesto que no vi,
un hombre, que no era yo,
subió al camión con las manos alzadas,
por eso pensé:
“sólo están jugando al bueno y al malo”,
o quizá, fuese que mis ojos
ya habían comenzaban a ver blanco y negro
como en tiempos de Arquímedes,
debajo de los puentes el río,
este es el caso, en propiedad,
entre una mancha y otra mancha de mis ojos,
de no haber visto absolutamente nada,
“ah, qué mala vista tienes muchacho”,
nadie tiene certeza cuando se mira desde arriba,
sea cierto, o no sea cierto,
así miran los dioses:
sólo ven cabezas y zapatos,
es más fácil equivocarse;
el camión con los soldados
desaparece por el lado Oriente de la ciudad,
la calle queda sola,
señores que escribís sobre la diáspora,
como miraba desde la distancia,
yo mismo no sé ahora si aquello que veían
tan claramente mis ojos
fuera realmente cierto.
Eduardo Embry nace en Valparaíso; Estudios sobre la censura poética en Madrid, durante los sesenta , y sobre Cuadernos de Ágora (1956-1964), que dirigía la poetisa Concha Lagos, junto a Medardo Fraile y José Hierro, con quienes Eduardo Embry cultivó una estrecha relación en el campo de la poesía y la amistad. Ha publicado un manuscrito satírico del siglo XVIII, ‘Descripción de las grandezas de la ciudad de Santiago de Chile…’, Consiglio Nazionale delle Ricerche Bulzoni Editore, Roma, 1994. Durante su estancia en Sucre, Venezuela: ‘Historia del periodismo en Cumaná (Venezuela) de 1825- 30’, y ‘Andrés Bello y el periodismo de 1825’. Ha publicado en importantes revistas europeas: London Magazine, selección del poeta inglés Alan Ross; Index on Censorship; Revista Urogallo, y Atlántica, Cádiz, España; Cultura Nacional; Casa de las Américas; Anales de Gotemburgo; ROCINANTE, Santiago, Chile. Fue invitado especial del 6to. Festival Internacional de Poesía, Caracas, junio y julio, 2009; la Editorial Monte Avila lanzô sus «Manuscritos que con el agua se Borran», en la prestigiosa colecion Altazor de poesia.
Recuerdo aquellos juegos que bien describe el poeta . Teniendo no más de seis años, aún tengo el recuerdo a los lejos como subían gente a esos gigantes camiones pintados de verde. Algunos jugaban a ser soldados de Plomo.
Grande Poeta…
No pasaba de los seis años, a lo lejos tengo aquellos recuerdos:
Llegaron con un camión, daba gusto ver tanta disciplina, no jugaban a ser malos en películas alemanas de los años treinta, – grande Maestro… No te mueras nunca.
Para que nunca mas en mi país se dejen de respetar los derechos del pueblo y las instituciones elegidas democráticamente…