En el último encuentro preparativo para la gran cita mundialista, cuyo punto de partida se realizará en sólo una semana, la selección enfrentó a un duro rival que se protegió como pudo frente a la creación de jugadas a favor de los “Sampa-boys”. Los cambios que realizó el DT, en la mayoría se cumplieron de manera individual, el hipotético reemplazo de algún jugador titular en el esquema chileno.
Herrera, en las dos jugadas claras de Irlanda del Norte, respondió de manera sólida y precisa, para dejar a Chile sin desventajas numéricas en el primer tiempo, sabe jugar con los pies y no se notó mayor diferencia con lo que hace Claudio Bravo generalmente. Se le ve un buen reemplazante para el capitán, en términos futbolísticos.
En la defensa, se mantuvo el siempre regular y destacado Gary Medel, quien jugó otro gran partido; e ingresaron Silva como líbero de la línea, y Rojas, como stopper por la izquierda. Dentro de todo, el primero se vio bien en la cobertura y la salida del juego, y el segundo tuvo algo más de problemas, por los contragolpes por las bandas que generaba el rival, por lo que era el gatillo de faltas y situaciones desfavorables al elenco nacional. En el mediocampo, Marcelo Díaz, siguió cumpliendo su trabajo, el cual es silencioso, pero el más importante del equipo, porque es el “cerebro”, “motor” del andamiaje chileno. Por él pasa la salida del equipo, en la dinámica de movimiento del balón, se termina ubicando como “segundo central”, habilita con pases largos y frontales a la delantera, y él mismo en materias ofensivas, llega como variante para remate a media distancia.
En la función de los “externos”, “laterales”, “carrileros”, Isla y Mena, se vio más activa que en el cotejo anterior, pero en un principio algo desordenado y poco incisivo, solamente logrando dicha cualidad, con las magistrales habilitaciones que Valdivia generalmente acostumbra a hacer. Éste último, cambia los ritmos y velocidades del mediocampo ofensivo y la delantera, lo demuestra con sus pases, sus llegadas, sus fintas y su visión periférica que tiene del partido. Es importante el hecho que haya jugado 75 minutos, a pesar de que no sea un rendimiento al 100%, el acostumbrarse a un ritmo prolongado, puede ser de mucha ayuda a la gran variante ofensiva que nos da “Maguinho” en la actualidad.
Por su parte, Carmona no se vio determinante ni destacado dentro del trámite, pero jugó de manera ordenada, sin embargo su reemplazo, Charles Aránguiz, al verse acompañado de los otros titulares, y por sus propias características, se vio más preocupado y pudo colaborar más en el aspecto ofensivo del equipo, lo que no significa que sea la tarea de Carlos Carmona. Gutiérrez no incidió mucho en lo que quedaba de partido, pues ingresó a cumplir una labor más estática en el campo. En la delantera, Orellana se mostró activo y participativo en el juego, pero no resultó gravitante, y no se expuso como una gran carta de reemplazo a los titulares ante Egipto el viernes pasado. Paredes se hacía parte en la creación de juego, y también servía como apoyo en el movimiento del balón, pero quizás retrocedía demasiado, y gracias a la férrea defensa que impusieron los nor-irlandeses, sólo tuvo una gran oportunidad, la cual fue desaprovechada por la rapidez con que se desarrolló ésta.
En cuanto a los delanteros que ingresaron en el segundo tiempo, Alexis se vistió nuevamente de “10”, y asistió los 2 goles que marcó el equipo, sumando así: 5 pases de gol de 5 goles marcados, aparte de buen regate, personalidad, velocidad y dinámica, puesto que intentó en las dos bandas; y encontró a su compañero, Eduardo Vargas, quien marcó un lindo gol, leyendo de muy buena manera, la jugada que Alexis, crearía con él, sumando su tercer gol en dos partidos, y su décimo cuarto gol con la camiseta de la selección. Pinilla aprovechó la excelente habilitación del “jugadorazo”, y evocó en su mente sus mejores tiempos de goleador. Pero aún así, prefiero a Paredes como delantero centro, dado que participa más en el juego y es más movedizo y técnico que “Pinigol”, obviamente ratificando a ambos como cartas de gol por el centro del área, pero distinguiendo en las capacidades colectivas del colo colino.
Para la emotividad, el ingreso de Arturo Vidal, quien recibió aplausos antes de entrar, cuando tocó por primera vez el balón, y en la lucidez de un par de jugadas que demuestran por qué el “Rey” es un pilar del juego que muestra el elenco criollo. Aunque quizás, si hubiera pasado algo grave, o malo (Dios no quiera), la historia que estaríamos contando sería muy distinta, el cuerpo técnico se la jugó, y menos mal que acertó esta vez, porque tengo dudas de la capacidad física que tenga Vidal de competir prontamente en un rendimiento altísimo que provocará el Mundial.
La conclusión del partido es positiva, fue un partido correcto y bastante mejor que el anterior, se corrigieron errores, y anímicamente ayuda bastante al equipo de cara al desafío que se viene. El único aspecto negativo que emerge de la situación, es la diferencia entre los titulares y los “suplentes”, pasando del desorden ofensivo al desequilibrio ofensivo, de la incertidumbre a la concreción, y esto va con lo que planteé antes, de manera individual, los sustitutos mostraron buenas cartas, pero en el desarrollo colectivo no funcionaron tan pulcramente como lo han hecho los titulares en el proceso de Sampaoli. No sé a que punto llega ser bueno o malo, que los desequilibrios futbolísticos e importantemente numéricos vayan directamente conectados con la función que ejerzan “Maguinho”, “Maravilla”, “Turboman”, “Pitbull” y el “Rey”, usted juzgue…
Por Vicente Vásquez Feres
Crónica Digital, Stgo 5 de junio 2014.
Muy buen comentario. Se nota que el autor sabe leer el partido. Grande Vicente!!!