La Comisión Mixta aprobó el proyecto de ley sobre uniones civiles, dejándolo listo para que este miércoles tenga lugar su últimas votaciones en las salas del Senado y de la Cámara de Diputados
La Comisión Mixta discutió los cambios introducidos por la Cámara de Diputados, todos los cuales fueron aprobados, excepto el nombre del proyecto y la prohibición de restricciones a mujeres embarazas para contraer el vínculo.
En efecto, el Senado aprobó el reconocimiento de matrimonios igualitarios contraídos en el extranjero, cuyos derechos en Chile se asimilarán a los garantizados en la unión civil, así como permitir la disolución unilateral del vínculo, sin exigencia de un plazo mínimo de convivencia.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) precisó que de igual manera “se aprobó la indicación por la que más luchamos: la que entrega la custodia de los hijos al conviviente civil en caso del fallecimiento del madre o padre biológico. Esta lucha la iniciamos solos, todo nos dijeron que era imposible. Hoy festejamos por cuanto se han garantizados los derechos del niño y la no discriminación. Son derechos que deben ir de la mano y que nunca han sido contrapuestos, aún cuando sectores homofóbicos se esmeraron en hacer creer lo contrario”
El Movilh precisó que “estamos muy, muy entusiasmados porque efectivamente la ley será despachada mañana, mientras que las familias que no pueden o no quiere contraer matrimonio podrán legalizar su unión a partir de julio, terminándose con una histórica discriminación. Es un emoción enorme saber que ahora estas familias serán más robustas, pues contarán con protección jurídica”
No todo lo aprobado hoy fue sin embargo recibido con satisfacción por el Movilh, pues “producto de la presión de la Iglesia Católica, la Comisión Mixta cambió el nombre de Pacto de Unión Civil (PUC) al de Acuerdo de Unión Civil. Este fue un espectáculo vergonzoso, un atentado grotesco contra el Estado laico”, dijo el dirigente del Movilh, Rolando Jiménz.
El activista añadió que “muchos parlamentarios reconocieron las presiones de la Iglesia en este punto, que discutieron sin nada de transparencia, pues no permitieron que las organizaciones sociales presenciaran el momento cuando dieron este debate. Aquí por cierto que el cambio de nombre no afecta el fondo. Sin embargo, si afecta a la sociedad en su conjunto que la razón del cambio sea las presiones religiosas-políticas a las que ceden los parlamentarios. Da mucha tristeza este deplorable comportamiento de los legisladores.»
Apuntó que “nosotros hablaremos simplemente de Unión Civil. No legitimaremos el boicot al Estado laico proveniente del parlamento. Así como bautizamos a la Ley Antidiscriminatoria como Ley Zamudio, a esta la llamaremos Unión Civil”.
De igual manera “rechazamos que la Comisión Mixta aprobará exigir a las mujeres un plazo de 270 días para contraer unión civil si es que tienen «señales de preñez”, pues ello es una forma brutal de discriminación que existe en la Ley de Matrimonio y que es trasladada alas uniones civiles”
La Comisión Mixta estuvo integrado por los diputados Leonardo Soto,, Guillermo Ceroni, Ricardo Rincón, Cristián Monckeber y Arturo Squella, y por los senadores Felipe Harboe, Alfonso De Urresti, Pedro Araya, Alberto Espina, y Hernán Larraín.
Santiago de Chile, 28 de enero 2015
Crónica Digital