En medio de ataques de la oposición en Brasil que auguran una salida temprana de la presidencia del país, Dilma Rousseff respondió que ella no va a caer y no le atemorizan esas expresiones sin base, pero un tanto golpistas.
«No hay base para que yo caiga, que intenten, si hay una cosa de la que no tengo miedo es de eso», voy a enfrentar a la oposición y no voy a renunciar, resaltó Rousseff en una entrevista difundida este martes por el diario «Folha de S. Paulo».
Sus pronunciamientos se registraron después de que el máximo representante de la opositora organización Social Demócrata (PSDB), el senador Aécio Neves, anunciara que la actual mandataria corre el riesgo de no concluir su segunda mandato, iniciado en enero último.
«Lo que yo observo es que algunos partidos que hoy apoyan al gobierno tienen la sensación, hasta mayor que la nuestra, de que ella (Rousseff) tendrá dificultades para concluir su mandato», señaló Neves.
Para la jefa de Estado, no existen evidencias, ni pruebas, ni hechos para proponer un juicio político en su contra y probará ante el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) que no hay irregularidades en el atraso registrado en 2014 en la entrega de fondos a bancos para los programas sociales.
Los que hicimos constituye una práctica de antaño, realizada en muchas ocasiones por gobiernos anteriores y ninguno fue culpado de violaciones, aseveró.
Rousseff adelantó que prepara otras medidas fiscales para compensar los cambios realizados por el Congresos a anteriores propuestas gubernamentales, con miras a garantizar un menor daño para la economía del país.
Al referirse al aliado Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), del vicepresidente Michel Temer, dijo que este no está incluido entre las agrupaciones opositoras.
Tenemos una buena relación con esta agrupación y ésta no se ubica entre las que intentar apartarla del poder, recalcó.
La jefa de Estado se refirió igualmente a un reciente rumor, divulgado en internet, de que intento suicidarse y aclaró que nunca, ni cuando estuvo presa durante la dictadura militar, pensó en quitarse la vida.
Tras elogiar a su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva, cuestionó las recientes detenciones de los máximos representantes de las constructoras Odebrecht y Andrade Gutierrez, por el hecho de que ellos podrían cometer algún ilícito al participar en las licitaciones de obras del Plan de inversión y Logística del gobierno.
Me gustaría contar un mayor fundamento para la prisión preventiva de esas personas, apuntó al censurar igualmente que a un partido se le acuse por recibir donaciones y a otro no.
Es una cosa muy extraña, pues para mi, el mismo día que recibo un aporte para la campaña, el candidato adversario también acepta una donación, indicó.
Brasilia, 7 julio 2015
Crónica Digital / PL