La reforma legal fue aprobada por un total de 279 parlamentarios, con 130 abstenciones y cinco votos en contra, pero ahora deberá aprobarse en el Senado, la cámara alta del Legislativo polaco.
El Ministerio de Exteriores del país europeo argumentó a través de la red social Twitter que la medida se corresponde con un documento consensuado con el Gobierno israelí en 2016, durante los comienzos del estudio de una enmienda a la Ley sobre el Instituto Nacional de la Memoria.
La declaración conjunta de los Ejecutivos, difundida el 22 de noviembre de ese año, aseguraba que ambos gobiernos se oponían ‘firmemente a cualquier intento de distorsionar la Historia de los pueblos judío o polaco’.
Según la información, entre las modalidades de distorsión se explicitaron la negación de los judíos como víctimas durante el Holocausto y el uso de términos como los campos de exterminio polacos.
Sin embargo, las autoridades israelíes señalaron este domingo su malestar por el proyecto de ley y por su aprobación precisamente el 26 de enero, víspera del Día Internacional del Holocausto.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, condenó la legislación y señaló que ‘la historia no se puede cambiar y el Holocausto no debe ser negado’. Por su parte, el Ministerio de Exteriores polaco emitió un comunicado el sábado en el que subrayaba su propósito de prevenir mediante la reforma una ‘difamación intencionada de Polonia’.
El propósito era ‘eliminar la conducta pública y contraria a los hechos de atribuir responsabilidad o corresponsabilidad a la nación o al Estado polacos por los crímenes nazis’ cometidos durante la segunda Guerra Mundial en este territorio ocupado, afirmaba el comunicado.
El Ministerio de Exteriores agrega también que la enmienda no pretende limitar ‘la libertad de investigación, debate sobre la historia o la actividad artística’.
Varsovia, 28 enero 2018
Crónica Digital /PL