Los insectos producen vendas internas para reparar sus huesos rotos, mediante un kit de reparación de cutícula, se conoció hoy.
Cuando un insecto sufre la mutilación en sus patas se activa un modo de reparación mediante el establecimiento de un parche de nueva cubierta debajo de la zona afectada, señala un artículo publicado en la revista internacional Interface.
El estudio, realizado por expertos en biomecánica del Trinity College, de Dublín, señala que esta nueva epidermis funciona de manera eficaz como un vendaje que sella la herida y proporciona resistencia estructural.
A diferencia de nosotros, los insectos no pueden reparar por completo sus huesos, pero lo compensan utilizando este vendaje de cutícula, dijo el autor principal de la investigación, David Taylor, profesor de Ingeniería de Materiales en el colegio de la capital irlandesa.
Esos animales pueden así restaurar la mayoría de la fuerza original, lo que les permite seguir usando sus extremidades para las actividades normales, añadió Taylor.
El equipo de investigación encontró que las langostas del desierto adultas fueron capaces de reparar las extremidades dañadas hasta recuperar aproximadamente dos tercios de su fuerza original, destaca el medio informativo.
Este hecho, añade, es de suma importancia para su supervivencia en la naturaleza, donde sus miembros están altamente cargados durante el salto, un atributo clave para evitar los insectos depredadores y encontrar los alimentos.
Ha habido trabajos anteriores que muestran que -al igual que los seres humanos- los insectos sangran cuando sufren un corte, y la sangre se coagula para tapar el agujero, señaló uno de los autores Eoin Parle.
Sin embargo, nadie había demostrado la fuerza de los parches de reparación hasta ahora, concluyó Parle.
Dublín, 6 abril 2016
Crónica Digital / PL