Actualmente nos vemos enfrentados a una agudización de la crisis hídrica, ambiental y social producto de las contradicciones del capitalismo extractivista que opera en el país, y no de causas “naturales” como se ha difundido en la prensa. La progresiva privatización del agua, a través del Código de Aguas, promulgado bajo la dictadura cívico-militar y vigente desde 1981, ha sido y sigue siendo fundamental para los intereses del gran capital rentista y financiero que opera en Chile. La actual Constitución consagra el uso del agua como una mercancía, donde la propiedad privada y los derechos de agua de unos pocos privan del derecho al agua a millones de personas y ecosistemas. Todo esto para perpetuar la lógica del lucro, la desposesión y la violencia que ejercen las grandes empresas y transnacionales amparadas en el Estado de derecho vigente.
Frente al gran rechazo del pueblo hacia los múltiples proyectos termoeléctricos ejecutados por el gobierno de Piñera, la Nueva Mayoría ha apostado a la generación eléctrica para la gran minería en base a la hidroelectricidad. Se ha invitado a diversas transnacionales a invertir en Chile, generando una legislación a su medida y sorteando el rechazo de los proyectos hidroeléctricos por parte de las comunidades afectadas, a través de la cooptación ideológica, la represión y el terrorismo de Estado. Así, vemos recrudecerse el conflicto en la Araucanía, agudizándose su militarización, y por ende el abuso, los montajes, la criminalización y la represión violenta hacia las hermanas y hermanos mapuche que defienden las tierras ancestrales de las que son parte. Por otro lado, los pescadores artesanales y sindicatos pesqueros se alzan contra las siete familias dueñas del mar chileno gracias a la ley de pesca de Longueira.
Denunciamos resueltamente la complicidad directa en la usurpación de las aguas, de la transnacional española Agbar y su filial en Chile, Aguas Andinas, junto a su red de empresas, tales como Aguas Cordillera, Aguas Manquehue, Iberaguas y ESSAL, así como también de ESVAL en la quinta región. Responsable directo es también el Grupo Luksic, quien figura como uno de sus principales dueños a través del Banco de Chile. Conocida es la implicancia directa de Aguas Andinas en hechos de corrupción, como el millonario financiamiento que han hecho a múltiples personeros tanto de la Nueva Mayoría como de la ex-Alianza, además de fundaciones y centros de investigación ligados a ambos bloques políticos. De público conocimiento es el contrato secreto que la empresa firmó con la trasnacional AES Gener y su proyecto Alto Maipo, donde se compromete el abastecimiento y saneamiento de agua potable de toda la Región Metropolitana, y que le reportó millonarias utilidades. Asimismo, denunciamos la hipócrita y descarada campaña con que la empresa pretende transferir la responsabilidad de la crisis hídrica a las y los trabajadores y ciudadanos, ocultando la evidente culpabilidad del gran capital rentista y financiero. Inexplicablemente, y a pesar de que Aguas Andinas ha admitido recientemente pagos sin respaldo contable a una empresa de Sebastián Piñera, el Servicio de Impuestos Internos y el Ministerio Público mantienen paralizada la investigación. Probablemente estas entidades han sido nuevamente “mojadas” por la generosa billetera de la empresa.
Junto al Movimiento Social por la Recuperación del Agua y la Vida sabemos que el único camino para hacer valer nuestras reivindicaciones es la convergencia entre los territorios organizados en contra de los efectos del capitalismo extractivista, y promover al mismo tiempo un nuevo paradigma social que sea expresión de los intereses y derechos históricos de la naturaleza, de las y los trabajadores y de los pueblos originarios.
Hacemos un llamado a todas las organizaciones y comunidades que luchan por la recuperación del agua a repudiar el accionar de Aguas Andinas y de todas las empresas y políticos involucrados en la mercantilización, usurpación y robo del agua en Chile. Invitamos también a protestar enérgicamente este 23 de abril en la 4ta Marcha Plurinacional por la defensa de las aguas y los territorios, donde seremos miles en las calles de Temuco llamando a frenar el capitalismo extractivista, el saqueo de los bienes comunes naturales, denunciar la militarización del Wallmapu y la criminalización del pueblo mapuche.
¡A frenar el capitalismo extractivista y su saqueo!
¡A recuperar el agua y el poder!
¡Todas y todos a Temuco a la 4ta marcha plurinacional por el agua!
Colectivo La Savia
Asamblea Agua y Soberanía
Construyendo UTEM
Izquierda Guevarista
Juventud Rebelde
Somos – Izquierda Revolucionaria
Santiago de Chile, 20 de abril 2016
Crónica Digital