Según el estudio, cuando esas olas se encuentran con la empinada topografía submarina de la región congelada, empujan el agua más caliente hacia los grandes estantes de hielo a lo largo de la costa.
La combinación del alza de la temperatura marina y el transporte del agua tibia sobre los glaciares, coincidió con el rápido deshielo a lo largo del sector antártico occidental durante las últimas décadas, explicó el investigador principal, Paul Spence.
A su criterio, los cambios en los vientos costeros de la Antártida, particularmente a lo largo de la región oriental, podrían estar relacionados con el cambio climático.
Esto se debe a que la Tierra calienta los fuertes vientos del oeste asociados con las tormentas sobre el océano Austral hacia los polos, lo cual cambia los vientos cercanos al continente antártico.
El equipo de investigadores estudió el impacto de esos vientos alterados en la Antártida y confirmó que podrían conducir el calentamiento de hasta un grado Celcius de las aguas en la profundidad de las barreras flotantes del hielo.
Los científicos coincidieron en la necesidad de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero para revertir el calentamiento global y evitar sus devastadores efectos en los países de todo el mundo.
Investigaciones recientes sugieren que la Antártida podría contribuir más de un metro al aumento del nivel del mar en 2100 y más de 15 metros para 2500 bajo la actual evolución de las emisiones.
Camberra, 19 de julio 2017
Crónica Digital /PL