El directivo señaló que se enviarán mensajes a todos los pasajeros con reservación para alertarles sobre el estado de su tren, y reiteró su llamado a los clientes a prever otros medios de transporte alternativos, dadas las interrupciones previstas desde el lunes hasta el jueves.
El inicio de la huelga coincide con el retorno a casa de los vacacionistas que se encuentran de viaje en el periodo de Pascuas, un proceso que podría complicarse a causa de la protesta.
La movilización de trabajadores ferroviarios prevista desde el 3 de abril forma parte de un movimiento dirigido a rechazar los cambios en la SNCF previstos por el gobierno, que según los detractores significarán el inicio de la privatización de esa compañía considerada un modelo del servicio público en Francia.
Los sindicatos del sector llamaron a hacer huelga dos días de cada cinco, desde el 3 de abril hasta finales de junio, lo que significa 36 jornadas de perturbaciones en el tráfico de trenes.
En medio de un panorama tenso, la ministra de Transporte Elisabeth Borne lanzó este domingo ataques contra el paro, que consideró injustificado.
‘Deploro francamente esta huelga muy penalizadora para los viajeros. Es incomprensible que los sindicatos tengan una postura de bloqueo injustificada, cuando nosotros estamos aportando respuestas en el proceso de concertación’, indicó.
Si bien la titular defendió que el gobierno tiene una postura de diálogo, al mismo tiempo afirmó que no cederán en la trasformación de la SNCF y en algunos aspectos específicos como la apertura a la competencia.
Precisamente ese es uno de los asuntos más cuestionados por los sindicatos, así como la intención oficial de suprimir el estatus de trabajador ferroviario, que hasta ahora garantizaba ventajas salariales y sociales en recompensa por la dureza de estas labores.
Los sindicatos afirman que la huelga es completamente necesaria a raíz de que, en la práctica, las autoridades no los escuchan, y el plan es aprobar la reforma de la SNCF por decreto presidencial, sin tener en cuenta las opiniones de los actores involucrados.
De acuerdo con una encuesta Ifop, un 46 por ciento de los franceses considera justificada la movilización de los ferroviarios.
Aunque los favorables siguen siendo menos que los contrarios (51 por ciento), la tasa de ciudadanos que apoyan la manifestación registró un aumento en las últimas dos semanas de cuatro puntos porcentuales.
Asimismo, un 72 por ciento de los ciudadanos opina que el Ejecutivo irá hasta el final con su reforma sin ceder a los reclamos de los trabajadores.
En este contexto, se vislumbra una primavera compleja en Francia que tuvo como primera acción la huelga nacional del 22 de marzo, en la cual cientos de miles de personas salieron a las calles en todo el país para protestar por las políticas del gobierno.
Por Luisa María González
París, 1 abril 2018
Crónica Digital /PL