El canciller de Chile, Roberto Ampuero, deberá hoy explicar a la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado los motivos de la decisión del Gobierno de decir no al Pacto Mundial sobre Migraciones de la ONU.
La víspera, en medio de críticas de la oposición y de grupos de derechos humanos, el canciller defendió públicamente la controvertida posición gubernamental de no firmar el pacto, rubricado por más de 150 países en Marrakech, Marruecos, y rechazado solo por una decena de países, encabezados por Estados Unidos.
El ministro dijo que Chile suscribió la Declaración Universal de Derechos Humanos y la Convención para la protección de los trabajadores migrantes y sus familias, y que respalda los objetivos de desarrollo sostenible de 2030, uno de cuyos acápites plantea facilitar la migración ordenada, segura y responsable de las personas.
Sin embargo, aseguró que aunque cualquier migrante tiene derecho a salir de su país, cada gobierno tiene el derecho de establecer sus propias reglas de migración, e insistió en que el pacto promovido por la ONU no plantea con total claridad la distinción entre migración regular e irregular.
Por eso -advirtió-, Chile no se va a sumar a nada que pueda ser usado en su contra en cortes internacionales y que atente contra su soberanía, aun cuando el pacto de la ONU no es vinculante.
Las declaraciones del Canciller fueron interpretadas en algunos medios como un «cambio de chaqueta» del ejecutivo, pues según trascendió, a la cumbre para la firma del pacto de migraciones asistió una delegación chilena que estuvo a punto de dar su respaldo al acuerdo, porque no fue notificada hasta última hora de la decisión del gobierno de no sumarse a la iniciativa.
Las críticas a la decisión del gobierno fueron múltiples desde todos los partidos de la bancada de oposición y de organizaciones de derechos humanos y representantes de los inmigrantes, mientras que en su apoyo salieron algunas de las fuerzas más a la derecha dentro del espectro político el país austral.
El presidente Sebastián Piñera también tomó cartas en el asunto y con argumentos muy similares a los expuestos horas antes por Ampuero, defendió la posición de su gobierno y alegó que pretende sacar adelante una legislación que permita la inmigración en Chile de manera ordenada y acorde con los intereses del país.
Sin embargo, medios de prensa recordaron que al intervenir en septiembre último en el segmento de alto nivel del período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, el mandatario cargó el contenido de su discurso con el tema migratorio y se refirió a la cooperación de su país con la ONU y en respaldo al pacto del cual se retiró ahora.
En la ONU Piñera dijo textualmente que el compromiso de Chile «es claro y categórico: estamos generando una política migratoria que sea segura, ordenada y regular, en perfecta armonía con la declaración de Nueva York y el Pacto Mundial para la Migración, que plantea precisamente la necesidad de establecer políticas migratorias que garanticen migraciones seguras, ordenadas y regulares».
Santiago de Chile, 11 de diciembre 2018
Crónica Digital /PL