El desplome del comercio al que asistimos actualmente alcanza niveles históricos; de hecho, es el más pronunciado de que tenemos constancia. Pero hay un importante lado positivo en este fenómeno, y es que podría haber sido mucho peor, expresó el director general del organismo internacional, Roberto Azevedo.
Según Azevedo, las decisiones de política fueron decisivas para amortiguar el impacto sufrido por la producción y el comercio, y las mismas seguirán siendo importantes para determinar el ritmo de la recuperación económica.
‘Para que la producción y el comercio se recuperen con fuerza en 2021, las políticas fiscal, monetaria y comercial deberán mantener su empuje conjunto en la misma dirección’, indicó el directivo, citado en un comunicado dado a conocer este martes por la OMC.
En la previsión comercial anual publicada por el organismo el pasado el 20 de abril se tenía en cuenta el considerable grado de incertidumbre respecto de la gravedad y el impacto económico de la pandemia y se describían dos posibles tendencias.
La primera estaba relacionada con una situación hipotética relativamente optimista en la que el volumen del comercio mundial de mercancías se contraería un 13 por ciento en 2020, mientras en la segunda -más pesimista- se proyectaba una reducción en torno al 32 por ciento.
De esa manera, con arreglo a la situación actual, la OMC considera que bastará con que el comercio crezca 2,5 por ciento por trimestre durante el resto del año para que se cumpla la primera proyección.
Sin embargo, de cara a 2021, una evolución desfavorable, con inclusión de una segunda oleada de brotes de la Covid-19, un crecimiento económico más débil o una generalización de las restricciones, podrían hacer que la expansión del comercio fuese menor de lo estimado previamente.
Ginebra, 23 junio 2020
Crónica Digital/PL
