De acuerdo con la Cancillería belarrusa, se sanciona a los funcionarios de las instituciones comunitarias europeas más prejuiciados respecto a los asuntos internos de este país, donde el pasado 9 de agosto Lukashenko resultó reelegido con el 80,1 por ciento de los votos.
Aunque Minsk evitó la publicación de los nombres de los sancionados, aseguró que su respuesta es bastante simétrica con relación a los 40 funcionarios nacionales que la UE castigó la víspera.
De igual forma, el próximo lunes esta nación retira a sus embajadores de las misiones diplomáticas en Varsovia y Vilna, dos capitales que acusa de estar directamente implicadas en la organización, orientación y financiamiento de acciones violentas de la oposición.
Además, el gobierno belarruso recomendó reducir antes del lunes venidero el personal de las embajada de Polonia y Lituania en esta urbe a 18 y 14 funcionarios, respectivamente.
Los parlamentos de los dos estados vecinos mencionados aprobaron sendas resoluciones en las que desconocieron la legalidad de las elecciones presidenciales en este país y tampoco reconocieron a Lukashenko como jefe de Estado legítimo.
Además de acciones violentas organizadas contra la policía, redes sociales creadas por Polonia y Lituania orientaron abiertamente cómo atacar a los agentes del orden público y cómo identificarlos, para luego amenazar a sus familiares con represalias, señala la prensa local.
Varsovia y Vilna se encargaron de organizar encuentros de la excandidata opositora Svetlana Tijanovskaya, quien solo contó con poco más del 12 por ciento de los votos, con dirigentes europeos, incluido el mandatario francés, Emmanuel Macron.
Minsk denunció en su momento la injerencia externa sin precedentes organizada por la UE y, en especial, por Polonia y Lituania, países que la prensa capitalina estima buscan una revisión de fronteras con este país.
Minsk, 2 octubre 2020
Crónica Digital/PL