Un primer impulso tras juramentar el cargo le permitió este miércoles firmar las primeras órdenes ejecutivas y cumplir así su promesa de deshacer las políticas de su antecesor, Donald Trump, quien se ausentó de la ceremonia inaugural de la nueva administración.
Biden firmó ayer 15 órdenes ejecutivas y otras dos directivas, incluida una disposición que hace obligatorio el uso de máscaras faciales y el distanciamiento social en propiedades federales, seguida de una resolución que vuelve a comprometer a Estados Unidos con el Acuerdo de París, para ayudar a mitigar el cambio climático, tal y como prometió en su campaña.
En un artículo publicado este jueves, el diario USA Today señala que el gobernante desde sus primeras horas en la Oficina Oval, e incluso mucho antes, mantiene su mensaje a la nación a la unidad con el fin de recuperar el equilibrio tras la actitud divisiva de Trump y para ello adoptó las primeras disposiciones destinadas a cumplir sus compromisos con el electorado.
Biden anunció la reincorporación del país a la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que su antecesor comenzó a retirarse el año pasado, después de acusar a esa entidad de incompetencia y de ceder ante la presión china por la pandemia, alegaciones rechazadas por Beijing y por esa entidad global.
En ese sentido, el doctor Anthony Fauci, principal asesor médico del nuevo gobierno sobre la Covid-19, informó a la junta ejecutiva de la OMS que el mandatario entrante emitirá una directiva el jueves para concretar la intención de Estados Unidos de unirse a Covax Facility, un proyecto para hacer llegar las vacunas contra dicha enfermedad a personas necesitadas en todo el mundo.
Fauci también dijo que Estados Unidos pagará sus obligaciones financieras con la OMS.
En el plano de la política migratoria también a Biden le espera una labor titánica y para ello comienza su administración con el envío al Congreso de su proyecto de Ley de Ciudadanía de de 2021.
De ser aprobado, este texto legal crearía un proceso de ocho años hacia la ciudadanía para casi 11 millones de inmigrantes indocumentados que actualmente viven en Estados Unidos, ampliaría el uso de nuevas tecnologías para reforzar la seguridad fronteriza y brindaría asistencia a Centroamérica como parte de un esfuerzo para abordar las causas fundamentales de la migración desde la región.
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