La Bancada de diputados/as del Partido Socialista, emplazó a las bancadas de diputados de derecha del parlamento por negarse a dar la unanimidad para poder sesionar durante esta semana, a fin de analizar los graves hechos que se han conocido en los últimos días, como el asesinato en Panguipulli del malabarista Francisco Martínez y la situación de la migración en la región de Tarapacá, en Colchane, afirmó el jefe de Bancada PS, Luis Rocafull.
A juicio del parlamentario socialista, “como Bancada del PS creemos que la Cámara de Diputados debía sesionar de manera urgente esta semana, por esta razón le solicitamos al presidente de la corporación, Diego Paulsen, que pudiéramos sesionar esta próxima semana a fin de analizar y avanzar en medidas concretas que puedan dar soluciones a la dramática situación que el país está viviendo, con la inseguridad, el rol de Carabineros, y la realidad migratoria que se vive en el extremo norte del país” .
“Este tipo de sesiones extraordinarias requieren de la unanimidad de todas las bancadas parlamentarias, lamentablemente la derecha en su doble estándar nuevamente niega la autorización para que podamos sesionar, analizar y tomar algunos acuerdos con el ejecutivo. Estamos frente a problemas de estado que debemos ser capaces de resolver cómo país, y lamentablemente la derecha vela por sus propios intereses y no por el bien común del país”, finalizó Rocafull.
Santiago de Chile, 8 de febrero 2021
Crónica Digital/PL
Lun Feb 8 , 2021
Por Marcel Garcés Muñoz Todo Chile fue testigo este mediodía del viernes 5 de febrero, del alevoso asesinato del joven malabarista, Francisco Martínez Romero, en pleno centro de la localidad sureña de Panguipulli, a manos del suboficial de Carabineros, Juan Guillermo González, que le disparó seis tiros de su arma de servicio, en presencia de decenas de transeúntes y la indiferencia- o complicidad- de otros dos policías- (un hombre y una mujer que prefirió ocultarse en una tienda cercana), que le acompañaban, pero que en definitiva prefirieron abstenerse en participar de la acción criminal de su colega. El baleo fue perpetrado alrededor de las 15.30 horas, que el país vio prácticamente en vivo y en directo a través de la TV, y fue justificado rápidamente por el jefe de operaciones de la Décima Zona de carabineros, con sede en Valdivia, Teniente Coronel Boris Alegría Michellod, asegurando que el suboficial habría actuando “en legítima defensa”, en “resguardo de su propia integridad y su vida”, tratando de establecer en declaraciones a la prensa una coartada al hecho criminal, y una justificación cómplice a la acción. Según esa versión el hecho habría sido parte de un “procedimiento” policial de “control de identidad” y que el “individuo”, se habría abalanzado contra el personal policial (tres uniformados) blandiendo “armas blancas”. Dijo el teniente coronel Alegría, que Martínez Romero “portaba algún tipo de arma blanca semejante a un machete”. El resultado: seis balazos contra el malabarista, que murió acribillado en el lugar, en medio del estupor, indignación y repudio de los testigos. Las “armas blancas”, el machete, resultaron ser “armas” de utilería utilizada por el malabarista en sus espectáculos callejero para impresionar a niños y espectadores deseosos de diversión. El individuo en cuestión, víctima mortal del desatino de un policía, hacía cuatro años que residía en Panguipulli, y la propia Municipalidad, según indicó su Acalde, Rodrigo Valdivia, lo tenía registrado para apoyarlo con ayuda social. Los vecinos de la localidad, declararon también conocerlo, y destacaron su carácter servicial, sobre todo con las ancianas y mujeres a las que ayudaba a trasladar sus bolsas de compras y su trato respetuoso y afable. Entonces no era un sujeto ajeno a la comunidad, desconocido, sospechoso: Todo lo contrario era parte del paisaje urbano. Y querido. Incluso, si bien el control de identidad puede ser una facultad legal de Carabineros, habría que ser muy ingenuo para pensar que un suboficial de Carabineros desconociera su presencia, su identidad y su actividad. Y justificar con ello un proceder absurdo y criminal. Con toda razón, el presidente del Instituto Nacional de derechos Humanos, Sergio Micco , cuestionó el procedimiento policial, apuntando que “el tema más complejo es el uso del arma sin respetar el principio de la proporcionalidad”. Es decir seis balazos al cuerpo contra armas de utilería teatral. Además, agregó, de que “hay un procedimiento muy mal ejecutado de control de identidad”. Obviamente no se trata de un hecho aislado. O un mero desatino circunstancial de un policía descontrolado. La ejecución sumaria de […]
