Por Marcel Garcés Muñoz
El candidato presidencial neofacista, José Amtonio Kast, que obtuvo la primera mayoría relativa ( 27.9 por ciento) en la primera vuelta del domingo 21 de noviembre, ha declarado en su primer discurso tras los comicios, que la contradicción en Chile es hoy entre “democracia y comunismo”.
Semejante afirmación es digna de un admirador de la dictadura de Augusto Pinochet y del jerarca nacional socialista alemán, Adolfo Hitler, que inundaron de sangre y muerte la historia de la humanidad, y debe alertar a los ciudadanos de Chile, por el sentido criminal y terrorista que encierra, y la amenaza cruenta que se hace a la estabilidad, la paz, la convivencia y el futuro de la institucionalidad democrática nacional.
Crónicadigital había alertado en vísperas de la primera vuelta de los comicios presdenciales, que la disyuntiva estaba entre ”democracia y neofacismo”, teniendo en cuenta las amenazas a las libertades, a los derechos ciudadanos, a los derechos humanos, a las demandas ciudadanas , que encerraban los enunciados programáticos y el discurso de Kast y sus émulos del Partido Republicano , el Frente Social Cristiano y las bandas paramilitares que lo postulan.
Tras los comicios del domingo 21 de noviembre, y en camino a la segunda vuelta es mas evidente que nunca que lo que está en juego es precisamente la contradicción entre un régimen neofacista, terrorista, violador de los derechos humanos y la perspectiva de una democracia, que ponga en el centro precisamente los derechos de los ciudadanos, el progreso social, el imperio de las libertades, una sólida institucionalidad democrática, una sólida convivencia nacional y un camino de prosperidad, derechos sociales, respeto a los pueblos originarios y las distintas expresiones de la diversidad política, sexual, generacional y cultural.
Kast y sus secuaces son el oscurantismo, el imperio del terror y el miedo, la persecución a la disidencia, del garrote, el gatillo fácil.
Es cuestión de examinar sus antecedentes históricos del facismo y sus cómplices a través de la historia.
Como es obvio, el complejo momento político pone de manifiesto la confrontación de posiciones ideológicas, de las oligarquías partidistas de la derecha política y empresarial, de los prejuicios, y estereotipos de muchos políticos, de sectores partidistas que reflejan intereses que han llevado al país y a la política, a un callejón sin salida, en su prestigio y perspectivas.
Pero en estas circunstancias, aquí nadie “emplaza” a nadie como busca hacer creer, y a veces instalar el montaje permanente y abrumador de la prensa y TV derechista, en lo que a veces colaboran desde la trinchera izquierda.
No hace falta ser muy perspicaz pensar que la Derecha- El Mercurio, las organizaciones empresariales, y los poderes facticos- ven en el proceso de recuperación democrática del país, puesto en marcha tras octubre de 2019, el proceso constituyente, el funcionamiento de la Convención Constituyente, una grave amenaza a su modo de ejercer el poder
El rostro desencajado, violento de uno de los Barones de la DC, Ignacio Walker, repitiendo desaforado la consigna neofacista de que la contradicción del momento en Chile, es “democracia o comunismo”, lo explica todo.
Muy distinto, ética y políticamente, fue lo manifsetado por la presidenta del PDC, Carmen Frei, y sobre todo la excandidata presidencial Yasna Provoste.
La senadora, abandera del Nuevo Pacto Social, fue clara, explícita y patriota, al manifestar su apoyo incondicional a Gabriel Boric: e instando a su partido a “”trabajar por la opción que representa Gabriel”.
“No tenemos otra opción distinta de votar por Gabriel, cualquier opción en el sentido distinto solo favorece a la opción de Kast”, enfatizó.
«Tal como lo previmos, en el país se concretó una polarización que muestra en el extremo más complejo la alternativa de José Antonio Kast que representa el retroceso de todos los avances y un serio riesgo de someter al país a una nueva ola de violencia que Chile no resiste más ni tampoco quiere más. En esas condiciones, yo no tengo dudas que votaré a favor de la estabilidad en nuestro país, nuestro compromiso es y seguirá siendo pensando en el beneficio del país, especialmente de los más pobres, por eso votaré a favor de la paz y del reencuentro, votaré para que la centroizquierda pueda garantizar la democracia y el estado de derecho, votaré ratificando nuestro compromiso con el proceso constituyente, votaré a favor de la no violencia y hacer frente de verdad a la delincuencia y al narcotráfico, votaré por termina con la violencia en La Araucanía a través del diálogo y del reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas», sostuvo.
La ex candidata, tal como lo hizo el domingo 21 de noviembre, al reconocer su derrota, aprovechó el punto de prensa que hizo desde el Congreso para señalar que «en mi calidad de cristiana uno debe tener siempre presente de no hacerle a los demás lo que no gusto que hicieran con uno mismo. No demoraremos esta decisión como lo hizo el Frente Amplio el 2017 (con la candidatura de Alejandro Guillier ) permitiendo la llegada de Sebastián Piñera. Por eso es que quiero hacer un llamado a todos quienes se sienten parte de nuestra comunidad de la centroizquierda a que comprometan su voto por Gabriel Boric y a que trabajen activamente por esta opción».
Justo el día después de que la presidenta de la DC Carmen Frei recibiera en su casa a Boric, y comprometiera también su apoyo al candidato de la centroizquierda la senadora dijo que «tenemos el deber de trabajar en el reencuentro de las y los demócratas».
Ellas sí leen adecuadamente la realidad de la coyuntura presente del país y su sociedad y la perspectiva que se abre para su historia.
Aquí hay una tarea, un esfuerzo político para la centroizquierda y la izquierda chilenas, que también deben ponerse a la altura de su responsabilidad histórica y no dejarse arrastrar a los pantanos y emboscadas que busca tenderle la Derecha y sus cómplices y subordinados.
Es necesario entonces ponerse en marcha. Reconocer el objetivo estratégico, eludir los obstáculos y pequeñeces que intereses subalternos ponen en el camino, ser generosos y acogedores, generar un lenguaje común, entendimientos, diálogos, con quienes antes disputaron objetivos y detalles de la coyu7ntura.
¡En que consisten, si acudimos a los clásicos y a la historia, las políticas de alianza?
Se trata de coincidencias no solo en los objetivos de las coyunturas sino también de las estrategias de mediano y largo plazo, que imponen los objetivos nacionales, internacionales, de principios de clase o consideraciones geopolíticos, teniendo presente siempre en la brújula que señala el rumbo, la lucha por la democracia, los derechos humanos, el progreso económico, la igualdad, la justicia y la línea estratégica de defensa de la dignidad, la autodeterminación, y la soberanía nacional, contra el colonialismo, el imperialismo, y sus políticas de explotación de las riquezas naturales, la subordinación política, económica, diplomática y militar a favor de sus posiciones estratégicas y acción militar de dominación global,
Aquí, y dadas las condiciones concretas, en las esferas nacionales, globales, regionales, de lo que se trata es pensar en el futuro y entender, de asumir, de una vez por todas, la crisis social, económica y de seguridad global local, regional y global, que demanda respuestas, políticas e ideológicas, que confronten el llamado Orden Global.
El concepto de refundar, imaginar, iluminar, soñar con nuevas épicas, está en el amanecer de nuestros tiempos y nuestros sueños.
Y, si me permiten apoderarme de cierta consigna, creada por el pueblo, quizás con otro objetivo más urgente y cotidiano, el futuro, la perspectiva “será hermosa”.
Por Marcel Garcés Muñoz
Periodista
Director de Crónica Digital
Santiago de Chile, 24 de noviembre 2021
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