El gobierno peruano declaró improcedente la huelga iniciada por la Confederación General de Trabajadores (CGTP) que, a su vez, ratificó la medida y denunció la detención de uno de sus dirigentes y otras acciones represivas.
Un decreto gubernamental declaró que la paralización no procede porque la notificación de la medida no cumplió requisitos reglmentarios, argumento que rechazó el secretario de Organización de la central sindical, Manuel Coronado.
El dirigente señaló que el Ministerio de Trabajo cuestiona la medida porque tiene motivaciones políticas, pues apoya la demanda de renuncia de la presidenta Dina Boluarte y prontas nuevas elecciones generales, así como un referendo sobre la convocatoria a una asamblea constituyente.
“El país vive una crisis política y social. ¿Acaso eso no afecta a los trabajadores?”, dijo Coronado al defender la pertinencia de la medida, que tiene como contexto dos meses de protestas que plantean demandas similares.
Denunció que la Policía persigue a los dirigentes sindicales, sobre todo en las regiones donde la protesta es más contundente, es decir las sureñas de Arequipa y Tacna, la norteña de Lambayeque, la central de Junín y la amazónica de Ucayali.
Coronado fustigó la detención del integrante del Consejo Nacional de la CGTP y expresidente de la Federación de Estudiantes del Perú, Ernesto Tapia, cuya libertad demandó, y el seguimiento y la vigilancia de que son objeto dirigentes de otros puntos del país.
Además, dijo, la Policía allanó los locales de las federaciones de Trabajadores de las regiones de Arequipa y Junín.
Añadió que la huelga nacional se cumplió exitosamente en las regiones norte, sur, centro y oriente del país, sobre todo con movilizaciones de protesta, pese a las acciones represivas gubernamentales.
Según el dirigente obrero, pese a las acciones represivas gubernamentales, la huelga nacional se desarrolló exitosamente en las regiones norte, sur, centro y oriente del país, con interrupciones de labores o movilizaciones de protesta.
Citó el caso de le Federación de Trabajadores de la Construcción, que decidió no paralizar el trabajo porque solo 100 mil de sus integrantes tienen empleo y los 400 mil restantes están desocupados, pero todos participarán en las marchas.
Por otra parte, las protestas sociales iniciadas el 7 de diciembre en diversas regiones continuaron ayer con 58 puntos de bloqueo de carreteras en 15 provincias, marchas y concentraciones en ocho provincias y paralizaciones parciales de labores en otras dos.
Lima, 10 de febrero 2023
Crónica Digital/PL
