“Crónica Digital” publicó este trabajo el pasado 9 de octubre, en que se dibuja que no solo es un extremista de derecha, sino que además una persona con problemas de salud mental. Hemos considerado importante publicarlo una vez más, ahora que ha sido electo Presidente de Argentina, que durante la campaña de la segunda vuelta recibió apoyos como el propio Sebastián Piñera y que toda la derecha ha reaccionado con regocijo por el resultado de las urnas.
Mientras revisaba sus 236 páginas, no podía dejar de recordar la pleitesía exultante que le otorgó un selecto puñado de partidarios de la derecha radical chilena en su paso por Chile, en sendos encuentros organizados por Axel Kaiser y Magdalena Merbilhaa Romo. Porque Javier Milei, ahora candidato presidencial en Argentina, es algo más que un mero partidario extremo del neoliberalismo. Es también, entre otras cosas, un hombre que asegura comunicarse en forma directa con Dios a través de la mediación de su perro muerto, quien le encargó, como ayer a Moisés, la misión de ser Presidente de Argentina.
Así queda de manifiesto en “El Loco”, la trepidante investigación del periodista Juan Luis González, publicada en septiembre pasado en Buenos Aires por Editorial Planeta, la que en su portada anuncia revelar “la vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina”.
En el prólogo, Juan Luis González cuenta que el libro partió “de una idea que no fue, que no pudo ser (…) Había comenzado queriendo ser otro: una radiografía de la nueva derecha, una búsqueda por entender quiénes son, qué piensan, cómo se mueven, cómo se instruyen, cómo se organizan, qué conexiones internacionales tienen, y qué quieren hacer los referentes de esta gran familia argentina, que hoy tiene como líder a Javier Milei (…) Pero ese libro se quedó en el camino”.
Puntualiza: “Con el correr de los meses, de las entrevistas, de los encuentros off the record, de seguir facturas, sellos y papeleríos, el trabajo pasó de ser uno de campo con ribetes casi académicos a un thriller tragicómico, a medio camino entre los policiales negros de Raymond Chandler y La conjura de los necios de John Kennedy Toole”.
Los “secretos místicos” de Javier Milei fueron la primera “revelación” que obligó a cambiar los planes del investigador.
Está, por cierto, la historia de su mascota Conan, un mastín inglés, a quien considera como su “verdadero y más grande amor”, su propio hijo, que murió en octubre de 2017 y cuyo deceso ocultó, al igual que el hecho que en su agonía estuvo acompañado por una telépata y un parapsicólogo que leían la mente del perro y lo “comunicaban” con su dueño. Luego del deceso, mandó a hacer clones del animal a los Estados Unidos. Karina, su hermana, intentó ayudarlo, estudió para ser médium, y empezó a ser ella quien comunicaba al recién fallecido Conan con su dueño, “una actividad que al día de hoy es central en la vida de la menor de los Milei, que dice poder hablar con animales vivos y muertos y que en base a eso toma decisiones importantes”.
Prosigue el periodista: “Pero eso no fue suficiente. A los que querían escucharlo, Milei les comenzó a contar historias cada vez más llamativas: que Conan en verdad no había muerto –‘fue su desaparición física’–, sino que había ido a sentarse al lado del ‘número uno’ para protegerlo, y que gracias a eso había comenzado a tener charlas con el mismísimo Dios. ‘Yo vi tres veces la resurrección de Cristo, pero no lo puedo contar. Dirían que estoy loco’, le dijo a un amigo de aquellos años, en un chat que esta persona todavía guarda. Hasta que un día sucedió lo inesperado. Algo que cambiaría para siempre la vida de Milei, pero también la de Argentina. Es que en una de sus conversaciones con ‘el número uno’, este le reveló el motivo por el que tenían tanto contacto. Dios, como había hecho antes con Moisés, le dijo que tenía para él una ‘misión. Tenía que meterse en política. Y le dijo algo más: que no tenía que parar hasta llegar a ser Presidente”.
Sin embargo, advierte el periodista, además de encontrarse con los “secretos místicos” del ahora candidato a Presidente, se topó con “la trama prohibida de un movimiento que vende sus cargos, que entabló relaciones con barrabravas involucrados en casos de asesinatos”, con ex funcionarios estatales “con condenas por corrupción”, que “dejó entrar a neonazis y apologistas de la última dictadura”, que “recibió ayudas técnicas, logísticas y monetarias” de la “casta política” que dice combatir, “qué amenazó a todos los que quisieron abrir la boca, como le pasó a una sus propias legisladoras que tuvo que vivir medio año con custodia policial”, y que, “montados sobre la ilusión de una ‘nueva política’ que esperanzó a jóvenes que habían perdido las esperanzas, oculta la manera más vieja de hacer plata y negocios de Argentina”. Y que, además, “comenzó cuando a una de las personas más adineradas del país se le ocurrió crear y financiar, para cuidar sus intereses, un fenómeno mediático que luego se llamó Milei”.
La presentación del libro indica que “EL LOCO es una apasionante biografía pública y privada del inesperado fenómeno de la política argentina, que guarda tantos secretos como su líder. Pero también es algo más. Es la radiografía de una sociedad atemorizada, sola y agobiada de la que Javier Milei es, apenas, su mejor personaje”.
Por Víctor Osorio. El autor es periodista y académico.
Santiago, 20 de noviembre 2023.
Crónica Digital.