Hartmut Hopp, médico del otrora centro de torturas Colonia Dignidad en Chile, pudiera escapar de la justicia luego de que la Fiscalía alemana suspendiera investigaciones en su contra.
Según medios locales, las autoridades de la occidental ciudad de Krefeld determinaron que no existen pruebas suficientes y “fueron agotados todos los métodos de indagación prometedores”, por lo que las sospechas sobre Hopp no pueden ser corroboradas.
Específicamente, se trata de las acusaciones por su supuesta implicación en el asesinato de tres estudiantes que desaparecieron en Chile en mayo de 1976.
Además, se le acusa de haber sido cómplice de los crímenes sexuales cometidos por el fundador de Colonia Dignidad, Paul Schaefer, contra menores de edad.
El médico germano de 74 años fue investigado durante siete años y medio, pero el fiscal general Axel Stahl considera que no existen indicios concretos de su culpabilidad.
Condenado en Chile por esos delitos, huyó de Chile y se estableció en Alemania en 2011, donde la Audiencia Territorial de Dusseldorf decidió no enviarlo a prisión a pesar de a las críticas de las víctimas y de agrupaciones defensoras de los derechos humanos.
Colonia Dignidad fue un enclave germano en Chile que se convirtió en estrecho aliado de la dictadura de Augusto Pinochet. Fue un campo de concentración donde el régimen llevó a cabo numerosas desapariciones. Los opositores al tirano fueron asesinados allí y además los torturadores recibieron entrenamiento. Fue escenario también de crueles vejaciones contra los niños y las mujeres. Hopp formó parte de la dirección del enclave y participó en la fundación de un internado, lo que, según el derecho alemán, no es suficiente para una condena.
El fallecido pederasta convicto Paul Schaefer fue cabo de las fuerzas armadas de Alemania nazi y buscó protección en territorio chileno, fundando la Colonia Dignidad, en la cual desde los inicios se dedicó a adoctrinar a sus miembros y someterlos a condiciones de esclavitud. Las atrocidades cometidas en esa aislada comunidad de unas 13 mil hectáreas, ubicada en una zona montañosa a unos 350 kilómetros al sur de Santiago de Chile, solo se hicieron públicas al finalizar la dictadura.
Schaefer debió enfrentar en 1997 varias querellas judiciales por lo que huyó del país, y tras ser detenido en Argentina en 2005 fue condenado en Chile al año siguiente a 20 años de cárcel por abuso sexual de niños, posesión de armas y violaciones a los derechos humanos. Murió en una cárcel chilena en 2010, a los 88 años.
Los expertos jurídicos del Centro Europeo de Derechos Humanos y Constitucionales, con sede en Berlín, consideran que la suspensión de la investigación por la Fiscalía de Krefeld es un duro golpe para la confianza de las víctimas en el poder judicial alemán.
La decisión es parte de una “larga cadena de inacción”, criticaron en un comunicado de prensa.
Se hizo caso omiso a los testigos y no se investigaron suficientemente los informes sobre el uso indebido y sistemático de drogas psicotrópicas en ese centro, concluyeron.
En Chile, las organizaciones de derechos humanos y de víctimas de la dictadura criticaron la decisión.
La Asociación por la Memoria y los Derechos Humanos Colonia Dignidad consideró “lamentable” que la fiscalía alemana le cierre las puertas a la posibilidad de hacer justicia a las víctimas.
En una declaración, esa organización señaló que “Harmut Hopp es un criminal, condenado en debido proceso por los tribunales chilenos por complicidad en abuso sexual a niños y adolescentes, que se fugó de Chile antes de cumplir condena”.
Consideró además que la Fiscalía de la ciudad de Krefeld, que analizaba el caso, se apresuró en esta decisión, pues no escuchó a las víctimas y no conoció sobre el terreno a quienes fueron violentados sistemáticamente en la Colonia. Asimismo, calificó como “una salida fácil” la de ignorar una sentencia dada por un tribunal de otro país que no sea Alemania y aducir que las pruebas no son suficientes.
La mencionada asociación afirmó que Hopp no participó solo en crímenes contra sus conciudadanos en Colonia Dignidad, sino también en torturas y en la desaparición de prisioneros políticos chilenos. Actuó también, según la fuente, en centros clandestinos de secuestro y tortura de la dictadura, y huyó a Alemania donde sabe que va ser protegido y no responderá por sus crímenes.
Por su parte, los Familiares de Detenidos Desaparecidos y Ejecutados Políticos de la Región del Maule señalaron que “se ha consagrado una vez más la impunidad de las graves violaciones a los derechos humano en Colonia Dignidad”.
Asimismo plantearon que Hopp ha sido absuelto definitivamente de los cargos por la “in-justicia” alemana, e insistieron en que la reparación para los familiares de las víctimas de esos hechos comienza por la verdad de la justicia y la memoria y lo esta decisión “va directamente en sentido contrario”.
Berlín, 8 de mayo 2019
Crónica Digital / Prensa Latina.