El sistema de pensiones en Chile hace aguas en medio de la crisis sanitaria provocada por el SARS-Cov-2 y pone en peligro las ya exiguas jubilaciones de miles de ciudadanos.
Las alarmas se prendieron al conocerse que en medio de la crisis económica desatada por la pandemia de Covid-19, las empresas aseguradoras de fondos de pensiones (AFP), que entre sus prácticas invierten los dineros de todos los chilenos en transacciones financieras, perdieron en los últimos meses alrededor de 25 mil millones de dólares.
Como las personas reciben sus pensiones en función de las ganancias obtenidas por las
AFP, quienes lo hagan próximamente recibirán cuantías mucho más cortas de lo que
esperaban, según alerto la Fundación Sol ante esa situación.
Según reveló a Radio Universidad la académica Claudia Sanhueza, especialista en temas de pensiones, quien se jubile ahora tendrá un efecto negativo importante en sus entradas, y para los demás la mejoría dependerá de cuanto demoré la crisis financiera y lo que les quede por cotizar.
Si bien desde el gobierno y algunos especialistas llaman a la cautela e incluso pretenden estarle importancia al tema, el problema de las AFP -ejemplo del modelo neoliberal que La Moneda defiende a capa y espada-, no parece ser solo las pérdidas multimillonarias de los últimos meses sino también la trampa en que caen los afiliados por el propio funcionamiento de esas entidades.
Como se trata de un sistema de capitalización individual, en caso de tormentas en los mercados financieros el riesgo principal lo corren los afiliados, no la aseguradora, lo que para el especialista en Seguridad Social de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Guillermo Montt, lo conveniente sería un sistema mixto con un componente importante de seguro social.
Indicó que otros sistemas de pensiones en el mundo funcionan así, por lo que las personas están de cierta forma protegidas contra eventualidades de ese tipo.
También en otros países se han tomado medidas contra la crisis por la pandemia, como entregar a los afiliados de las AFP parte de los fondos o suspender el pago de cotizaciones, pero en Chile una sola empresa propuso devolver el cinco por ciento de los fondos a sus afiliados, y la superintendencia de pensiones casi puso el grito en el cielo.
Además, aunque el dinero supuestamente es de las personas afiliadas a las AFP, estas no solo disponen de él con total libertad, sino que no lo devuelven, como ya ha ocurrido en casos de fuerza mayor, que han ido a parar a los tribunales y las AFP salieron vencedoras.
Durante mucho tiempo y con redoblada fuerza desde el estallido social del 18 de octubre, el movimiento No más AFP y partidos de oposición han exigido constantemente el cambio de las aseguradoras por un sistema de jubilaciones verdaderamente solidario y totalmente público.
Pero la respuesta del gobierno del presidente Sebastián Piñera no ha pasado de medidas que maquillan el sistema imperante sin tocar en lo más mínimo la estructura y financiamiento de las AFP, detrás de las cuales, como han advertido muchos, se encuentran los grupos económicos más acaudalados del país.
Incluso algunos especialistas han señalado que si en medio de la actual crisis, los fondos que recaudan las AFP fueran administrados directamente por el Estado, sería una entrada de más de diez mil millones de dólares anuales con los que se pagarían mejores pensiones y se reforzarían notablemente las arcas públicas.
Y en cuanto a las AFP, que manejan cifras astronómicas de dinero, no han abierto la boca para presentar propuestas que ayuden a paliar el duro golpe que se le viene encima a la economía del país con decenas de miles de desempleados y pérdida de salarios, lo que confirma opiniones desde la izquierda y los sindicatos de que la crisis la pagan a la larga los más vulnerables.
Pero para el ejecutivo, las AFP parecen intocables, aun cuando la actual situación de crisis saca a la luz todas las limitaciones de ese modelo y cada vez son más quienes dicen que no sirven reformas, sino un cambio total hacia un sistema que beneficie de forma equitativa a todos los chilenos con la retribución que realmente merecen luego de una vida entera de trabajo.
Santiago de Chile, 12 de abril 2020
Crónica Digital/PL