Rusia: la necesidad de cuidar la estabilidad
La televisión local se refirió a declaraciones hechas por Marshall Billingsba, enviado estadounidense en las conversaciones en Viena para definir el futuro del Tratado de Reducción y Limitación de Armas Estratégicas Ofensivas (Start-3), el cual expira en febrero de 2021.
Billingsba consideró que Moscú y Washington podrán rubricar una nueva avenencia para incluir regulaciones de desarme para todos los tipos de armas nucleares, no solo las estratégicas, en alusión a las tácticas y las de mediano y corto alcance.
Ello dependerá del éxito de las pláticas sobre el Start-3 y la posibilidad de consultas tripartitas o multilaterales, señaló el funcionario norteamericano, en medio de las demandas de su país de incluir a China en el diálogo sobre desarme nuclear.
La vocera de la Cancillería rusa, Maria Zajarova, rechazó en su momento los intentos de la Casa Blanca de establecer una relación artificial entre la discusión del mencionado tratado y la participación en las negociaciones de China.
Tras 10 horas de conversaciones en la capital austriaca, Riabkov y Billingsba, acordaron realizar un nuevo encuentro entre finales de julio y principios de agosto de este año.
De su lado, el viceministro ruso de Asuntos Exteriores afirmó que ambas partes coincidieron en la puesta en funcionamiento de un grupo de trabajo sobre el espacio cósmico, aunque se abstuvo de ofrecer detalles en cuanto al contenido concreto de esos grupos.
Rusia y Washington incluyeron a los misiles convencionales y nucleares de mediano y corto alcance de basificación terrestre en el acuerdo firmado en 1987 en Washington, lo cual dejó fuera a los portadores navales y aéreos.
Al mismo tiempo, en el caso del Start-3, pese a la insistencia de Rusia, la reducción y limitación solo se refiere a las armas estratégicas ofensivas y deja fuera a las defensivas como el sistema global antimisil desarrollado por el Pentágono.
Moscú elaboró armas y cohetes hipersónicos, capaces de burlar el citado complejo anticoheteril norteamericano.
Crónica Digital/PL