Friedrich Nietzsche es sin dudauno de los escritores más influyentes en el desarrollo del pensamientouniversal durante el siglo XX. Sus ideas y planteamientos sobre la sociedad,literatura, historia, religión, arte, filosofía, ciencias, etcétera, hanencontrado eco, de distintas maneras, en el imaginario de miles de seres humanos, aunque no siempre han sido comprendidas a cabalidad las expresiones,muchas veces contradictorias, de su intelecto. Porque, es cierto, Nietzsche fueun escritor de carácter y conceptos contradictorios, como lo es la propia vida:dialécticamente contradictoria, y sólo en ese sentido dialéctico creemos quepuede ser comprendido del todo. La comunidad intelectual, siempre gozosa –en general-de las clasificaciones metafísicas, encasilla al autor, mayoritariamente, comofilósofo, pero Nietzsche fue en esencia poeta, lo de filósofo viene porañadidura, como complemento elemental u obvio si se quiere. Todo poeta poseenichos de filosofía y todo filósofo contiene semillas de poesía, pero no todosdesarrollan esas facultades de la manera como lo hizo Nietzsche.
Friedrich Nietzsche escribió suslibros, fundamentalmente, con un lenguaje aforístico, utilizando una prosapoética no siempre clasificable en el sentido en que les gusta clasificar a losintelectuales clasificadores. De hecho, Asíhabló Zaratustra es un poema donde interactúan lo épico, lo trágico, lolírico, lo filosófico. En esta obra el poeta bulle en toda su magnitud, y en miopinión creo que se orienta en el mismo sentido y altura en que lo hicieronpoetas como Homero, Hesíodo, Virgilio, Ovidio, Valmiki, Viasa, Dante y DeRokha, cada uno –obviamente- centrado en su propia intensidad cosmogónica,mística y social. Nietzsche, a la par que escribió los libros por los cuales esconocido en el mundo –Humano demasiadohumano, El caminante y su sombra,Más allá del bien y del mal, El Anticristo, Ecce Homo, entre otros-, también escribió numerosos poemas que nohan tenido la difusión de los libros mencionados.
Las poesías de FriedrichNietzsche son de tono lírico, y en ellas encontramos mucho de sus postuladosfilosóficos e ideas con respecto al ser humano y su azar, al ser humano y suimpronta sobre la Tierra. El poema “La gaya ciencia”, dice en una de suspartes: “Esto no es un libro; ¡quéencierran los libros!/ ¡qué encierran sarcófagos y sudarios!/ Esto es unavoluntad, una promesa,/ esto es un viento marino, un levar anclas,/ esto es unaúltima ruptura de puentes,/ un rugido de engranajes, un gobernar el timón;/¡brama el cañón, blanco humea su fuego,/ ríe el mar, la inmensidad!”. Otrotema de sus poemas es el amor, tratado de manera nietzscheana, por decirlo dealguna manera, tormentoso, réprobo, inconcluso, aunque sus mayores preocupacionespoéticas –y al parecer en la vida diaria- no se centraron precisamente en elamor de pareja. Una pista, a nuestro entender, nos la da el poema “Sils-María”:“Aquí estuve sentado, esperando,esperando… nada/ más allá del bien y del mal, gozando/ a veces del sol, a vecesde la sombra./ todo juego, todo mar, todo mediodía, todo tiempo sin meta./ Y depronto, amiga mía, de uno se hizo dos/ y Zaratustra pasó por mi lado…”.Nietzsche aborda todo –o por lo menos lo intenta-, desmenuza desbordando losmotivos y pasiones, lo arcano y lo luminoso, lo fugaz y lo permanente, loracional y lo mítico. La muerte de dios, el suprahombre, el eterno retorno, lavoluntad de poder: “Voluntad de verdadllamáis vosotros sapientísimos a lo que os impulsa y os pone ardorosos?/Voluntad de volver pensable todo lo que existe: ¡así llamo yo a vuestravoluntad!/ Ante todo queréis hacer pensabletodo lo que existe: pues dudáis, con justificada desconfianza, de que seapensable./ ¡Pero debe amoldarse y plegarse a vosotros! Así lo quiere vuestravoluntad./ Debe volverse liso y someterse al espíritu, como su espejo y suimagen reflejada./ Ésa es toda vuestra voluntad, sapientísimos, una voluntad depoder;/ y ello aunque/ habléis del bien y del mal y de las valoraciones./Queréis crear el mundo ante el que podáis arrodillaros:/ ésa es vuestra últimaesperanza y vuestra última ebriedad”.
El escritor alemán fue sin dudaun poeta forjado por dimensiones de múltiples contrastes: ¿vidente? ¿vesánico?¿sabio? ¿transeúnte? ¿negación de la negación? ¿unidad y lucha de contrarios?¿dionisiaco? ¿salvación? ¿fugitivo? ¿naufragio? En fin, lo válido es lo queescribió el propio Nietzsche desde su imaginario de habitante inmerso en elmundo occidental, donde la sociedad suele nutrirse de disquisiciones vanas ylos prejuicios implantados a sangre y fuego por el calvario del Cristo. Lapoesía de Nietzsche es de anchos caminos, de lenguaje envolvedor y de profundospresagios. Se disfruta como se disfruta el sol, el sueño y la lluvia: “Mi sol ardía sobre mí a mediodía:/¡Bienvenidos seáis,/ vientos inesperados,/ fríos espíritus del atardecer!/ Pasala brisa extraña y pura./ ¿Me estará haciendo guiños la noche/ con su oblicua/mirada seductora?/ ¡Mantente firme, valiente corazón!/ No me preguntes porqué”(…) “Sólo olas y juego alrededor./ Todo cuanto fue fatigoso una vez/ se hahundido en azul olvido-/ Ociosa está ya mi barca./ ¡Ha dejado atrás tormenta yviaje!/ Ahogado deseo y esperanza,/ en calma están el alma y el mar”.
Por Alejandro Lavquen
Santiago de Chile, 21 de julio 2012
Crónica Digital