Luis Gnecco se siente hoy honrado con ser la imagen internacional de Pablo Neruda en el cine, pero considera que todavía al séptimo arte latinoamericano le falta un paso para ocupar el lugar que le corresponde en el mundo.
«Nos ven como una novedad, pero yo digo que es una novedad que dura ya más de 10 años. El cine latinoamericano tiene mucha calidad y en particular el de mi país, Chile, alcanzó su grado de madurez», comentó Gnecco a Prensa Latina.
Rostro imprescindible de la pequeña y gran pantalla en el país austral, anda de plácemes por estos días tras la nominación al Oscar de Neruda, la cinta de Pablo Larraín, en la cual encarna al Premio Nobel de Literatura.
Con Neruda, exhibida en los Festivales de Cannes y Toronto con buena acogida, se enfrenta a un interesante duelo actoral con el mexicano Gael García Bernal, el detective encargado de perseguir al autor de Canto General.
En torno a otra interrogante de Prensa Latina, Gnecco se mostró también muy satisfecho de que otra película en la cual tiene un papel pequeño pero relevante, Aquí no ha pasado nada, sea la candidata chilena a los Premios Goya de España.
Reconocido además por sus actuaciones en Sexo con amor, No y El bosque Karadima, puso de relieve el progreso sostenido del celuloide en Chile y recordó el Oscar concedido al cortometraje Historia de un Oso en 2016.
«Ya no podemos hablar de excepciones. Acá y en toda América Latina se está haciendo un magnífico cine, aunque sin dudas el problema de no consolidarnos como región potente apunta a los mecanismos de integración que no funcionan», anotó.
Gnecco admitió que los mecanismos de distribución son complicados, pero asimismo tampoco la promoción y la crítica de los medios ayudan lo suficiente, «para que las cintas latinoamericanas tengan el lugar que se han ganado».
Respecto a puntos de vista no muy complacientes con el largometraje Neruda, opinó que las licencias de la ficción son genuinas del séptimo arte y los puristas de las biografías y la historia deben ser más flexibles.
Con el arte siempre hay espacios creativos y en el caso de Neruda, la intención es poner en perspectiva a un gran hombre, con virtudes y defectos, señaló.
De su trabajo en Aquí no pasa nada, en una cuerda totalmente distinta, resaltó que el diálogo que adelanta con el protagonista fue muy interesante y puso a prueba el talento del joven actor Agustín Silva.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 15 de septiembre 2016
Crónica Digital / PL