Aunque el presidente Piñera estuvo contra la Dictadura y disputó electoralmente contra  la ultraderecha, las circunstancias de su presidencia hacen que la derecha de perfume progresista, levante su discurso de cambio social  marcando distancia verbal de su propio gobierno. Duros críticos de derecha  a veces votan en su  oratoria por el cambio social y ahora  se suman a modificar la Constitución de la Dictadura .Esa que, reconozcámoslo, nosotros no  eliminamos. Una parte de la derecha se aparta públicamente de aquellos de sus socios que aún agradecen  a Pinochet como el  rottweiler que cuidó el aumento de sus privilegios. En la derecha hay cierta diversidad. Pero esas contradicciones internas de la derecha, quizás por que son no antagónicas, no parecen ser percibidas por la izquierda chilena y menos aún en su dimensión ideológica. La falta de fineza del análisis para distinguir unos de otros, se expresa en la bravata, la descalificación global.  El ultrismo facilita que los derechistas diversos se unan. Mientras que la dimensión transformadora del diálogo, que  no niega el conflicto, evidenciaría las diferencias derechistas. En medio de nuestro descuido sobre sus contradicciones, la derecha chilena apretó los dientes sobre sus discrepancias públicas y ahora en Mayo se unió para elegir los convencionales de la Nueva Constitución.  En cambio en  la izquierda, quizás afiebrados por las euforias del momento social, apestados por el virus  de la centrifugación de las fuerzas estamos   divididos en varias listas para la Constituyente, Y para peor, para la presidencial de Noviembre ya tenemos media docena de candidatos que  están en guerrilla verbal pública. No parecemos haber aprendido de las derrotas del  2009 y 2017 cuando la derecha unida eligió dos veces su presidente de la república contra el progresismo dividido. La necesidad de acuerdo presidencial y parlamentario, desde el  centro a la  izquierda, para las operaciones electorales, es indispensable, central, importantísima, porque es la conquista del poder político. Quizás se logre,  dada la obviedad de su beneficio a la hora de los votos, pero la alegría de un  acuerdo  electoral no debe llevarnos  al peligroso descuido del dialogo en el debate de la ideas, en este año en que se empieza  a escribir una Nueva Constitución. La centralidad de los acuerdos electorales no debe abandonar el  debate ideológico de fondo sobre los cambios, lo sistémico, los fundamentos. No  bastan  los triunfos políticos para que la ideas lleguen por añadidura y se arregle la carga en el camino. Hay que entender que la política no es la ideología. Al diálogo interno para lo electoral, es indispensable  sumar el esfuerzo  del diálogo abierto y asumir el debate  ideológico que la movilización social en la calles puso en la agenda. La demanda sistémica  no la pusimos los partidos sino la mayoría desafiliado. El pueblo nos obligó  a todos a tomar partido exigiéndonos cambios de fondo. Ese debate aislaría la ultradrecha. Las ideas de país para una Nueva Constitución son el espacio de conflicto que requiere el diálogo amplio que arrinconaría al Pinochetismo. Pura  política no es […]

Loreto Rebolledo Rissetti Trabajadora Social En Chile la idea de la “puerta giratoria” se relaciona con la comisión de delitos “menores” ligados fundamentalmente a sectores populares que la televisión ha criminalizado repetidas veces, se decía que, al ser detenidos pasaban por tribunales y luego de un tiempo volvían a las calles a delinquir. En el mundo entero, pero lentamente en nuestro país, y cada vez más escandalosamente, ese par de palabras se están refiriendo al tránsito/ritual de pasaje entre cargos políticos y empresariales. En el contexto de la discusión constitucional que se abre con la elección de constituyentes y la conformación de la Convención Constitucional, considero relevante tratar el tema, puesto que la corrupción no tiene que ver con “manzanas podridas” sino fundamentalmente, con la colonización de intereses privados en el espacio de lo público. La discusión constitucional es una oportunidad de poner obstáculos a esta forma de abuso que traslada información privilegiada de los ciudadanos a instancias donde prima el principio del lucro. Juan Carlos Jobet Eluchans y Ximena Rincón González son un buen ejemplo de la “puerta giratoria” el primero subsecretario de Vivienda (2011-2012) y jefe de gabinete del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter y ministro del Trabajo (2013- 2014), en el primer gobierno de Piñera luego fue presidente de AFP Capital durante (2017-2018/9) actualmente es ministro de Energia y Mineria; la segunda fue Superintendenta de Seguridad Social  y luego entre 2006 y 2010 fue directora de la AFP PROVIDA luego fue senadora y volvió al gobierno de Michelle Bachelet como Ministra secretaria general de la Presidencia y luego Ministra del Trabajo. Ambos casos no se ven bien. Detener la “puerta giratoria” o “revolving door” es un elemento central en la lucha contra la corrupción, dentro del Estado hace un gran daño a la democracia porque genera dudas y desconfianzas, especialmente cuando lo realizan funcionarios que fiscalizan las empresas a las cuales se integran cuando terminan su cometido. La lista es larga en distintos ámbitos, bancos, AFPs, salud, medio ambiente, comunicaciones, etcétera. También hay muchos estudios e ideas para cambiar la situación. Pero falta voluntad política, para el Gobierno y el Congreso no es un tema prioritario y las declaraciones condenando las malas prácticas son verdaderas “cachetadas de payaso” sino existe una ley que limite. Chile firmó la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción el año 2003 pero como ha pasado con otros acuerdos internacionales no ha actualizado de la debida manera su legislación. Hay muchas investigaciones, propuestas y estudios de distintas instituciones sobre el tema, ahora está de moda hablar de “la muralla China” en la separación del mundo de los negocios y la actividad pública. Una propuesta seria tiene que ver con barreras de tiempo para que un funcionario público pase al sector privado en materias relacionadas con su gestión en el aparato público, un periodo de “enfriamiento” que incluye el lobby. Otra es extender el grado de parentesco para quienes están inhabilitados. Las voces que se oponen a este tipo de medidas alegan un […]

Constanza Penna Bruggemann ha partido de este mundo. Más conocida como Tati Penna, se ha destacado su papel, como periodista y comunicadora, en los primeros intentos de empujar una renovación de los códigos de la televisión postdictadura. Pero también fue una de las protagonistas de la resistencia cultural a la tiranía durante los 80. Este es uno de los capítulos principales de ese período: el Grupo Abril. Además de su carrera como periodista en la Universidad Católica, Penna estudió canto con la profesora Claudia Berger. Y se inició como cantante en el grupo musical “Abril” en 1979, que fue parte del movimiento cultural conocido como “Canto Nuevo”, que se convirtió en una de las principales expresiones abiertas de la disidencia cultural a la tiranía desde fines de la década de los 70. Fue toda una generación de trovadores y conjuntos musicales que se fueron abriendo paso en parroquias, espacios universitarios y eventos solidarios, haciéndose conocidos en el Café del Cerro, el Teatro Ictus, la Parroquia Universitaria y las peñas que comenzaron a proliferar. Recibieron enorme apoyo del sello Alerce, creado por el comunicador progresista Ricardo García, uno de los creadores del Festival de Viña del Mar. También del comunicador Miguel Davagnino, director de la productora “Nuestro Canto” y además a cargo de un programa en la Radio Chilena. Desde estos espacios se organizaron recitales en los Teatros Caupolicán y Cariola. Apareció la revista “La Bicicleta” y la Agrupación Cultural Universitaria (ACU). Aunque se ha planteado que fueron continuidad de la Nueva Canción Chilena que emergió previo al golpe de Estado, y que recibieron influencias de la Nueva Trova Cubana, lo cierto es que lograron especificidad e identidad propias, en gran medida a raíz del tiempo histórico y social en que surgieron, marcado por la censura y la persecución. Junto al Grupo Abril, fueron parte del “Canto Nuevo” creadores tales como Eduardo Peralta, Isabel Aldunate, Luis Le–Bert y Santiago del Nuevo Extremo, Cristina González (hoy Narea), Nano Acevedo, Wampara, Cecilia Echeñique, Rudy Wiedmaier, Ortiga y Schwenke & Nilo y Dióscoro Rojas y Capri, entre muchos otros. Lo anterior no es una relación exhaustiva. “La Bicicleta” en su edición de abril–mayo de 1981, dedicada por completo al Canto Nuevo, contaba que la Iglesia Católica “sigue proporcionando valiosas instancias para la creación juvenil, a través de los festivales ‘Una canción para Jesús’ y del sello Alpec. De ahí surgen nuevos compositores e intérpretes”, entre los que anotaba a José Luis Ramacciotti, Cecilia Echeñique, Tita Munita y el grupo Abril. A esos nombres habría que agregar a “Elicura”, un grupo formado por seminaristas de la Compañía de Jesús y que trascendió por su tema “Yo te canto”, creación de Luis Tavara. Penna daba sus primeros pasos en Periodismo en la Pontificia Universidad Católica cuando se integró al Grupo Abril, que en el mismo año de su creación ganó la cuarta versión del Festival “Una Canción para Jesús”, que era organizado por la Iglesia Católica desde 1976, en los tiempos del Cardenal Raúl Silva Henríquez, […]

El Parlamento resuelve por estos días autorizar un nuevo retiro del 10 por ciento del fondo AFP. Una abrumadora mayoría de diputados, de todos los partidos, se ha manifestado favorable de la medida. Tienen toda la razón. Es una medida responsable, que protege a las familias, redistribuye el ingreso, reactiva la economía y fortalece la legitimidad del sistema democrático, en el momento que más se necesita. Despeja el camino para acabar, con el abuso que más indigna a l@s trabajador@s, activo@s  y jubilad@s y representa la carga más onerosa e irracional para las arcas fiscales. Se trata de una medida de interés nacional Así lo demuestran los dos retiros ya autorizados. Según la superintendencia respectiva, a fines de marzo del 2021, casi 11 millones de afiliado@s al sistema AFP los habían solicitado, es decir la abrumadora mayoría, con la excepción de l@s jubilad@s por renta vitalicia, que no tenían derecho al mismo. Ell@s constituyen la mayor parte de la población mayor de 16 años, incluyendo casi todas las personas en edad activa. Retiraron más de 35 mil millones de dólares, equivalentes a un 17 por ciento del fondo, a 41 por ciento de la masa de salarios imponibles y 13,5 por ciento del producto interno bruto (PIB).  Se trata de una medida de reactivación de la economía sin precedentes y eleva el estímulo económico y social del Estado chileno a los primeros lugares mundiales. El Presidente del Banco Central, que se opuso tenazmente a la restitución de fondos, ha reconocido que ha incidido en detener la caída del PIB, el que creció un 6,8% en el cuarto trimestre del 2020, con respecto al trimestre precedente. Por  otra parte, ayudado por este efecto reactivador y el fortalecimiento del peso debido a la repatriación de fondos, y gracias la una favorable coyuntura bursátil internacional, las ganancias brutas del fondo sumaron más de 28 mil millones de dólares entre julio de 2020 y marzo del 2021, lo que cubrió buena parte de la restitución. Sumadas al excedente corriente de cotizaciones y subsidios menos pensiones, en el período, dichas ganancias netas han permitido que el fondo mantenga a fines de marzo del 2021 el mismo valor en dólares de julio del 2020, aún tras devolver más de 35 mil millones de dólares, mitigando el efecto sobre el cálculo de las pensiones.  La restitución del fondo ha sido una medida de redistribución de ingresos sin precedentes en tan breve plazo. Los 35 mil millones de dólares restituidos equivalen a incrementar en 41 por ciento la masa de salarios imponibles del año 2020, elevando su participación desde 32 a 46 por ciento del  PIB en el año 2020.  Por otra parte, el monto restituido en pocos meses ya supera el total de aportes netos del sistema de AFP al pago de pensiones desde 1981, los que en el mismo período suman poco más de 30 mil millones de dólares de hoy. La última cifra considera que el total de pensiones pagadas por el sistema desde 1981 […]

El mapa político de América Latina se encuentra a horas claves de definiciones. El domingo se realizan elecciones presidenciales en Perú y Ecuador. Este último caso es particularmente significativo porque existe una probabilidad cierta de que el Progresismo logre reconquistar el gobierno. Por eso, el sociólogo Emir Sader señala que “los ojos del continente se vuelven ahora hacia Ecuador”. En Perú, en un cuadro de enorme complejidad, la izquierda podría dar una sorpresa y eventualmente pasar a segunda vuelta. Hace un par de semanas, conocimos un análisis que circulaba en las redes sociales que hacía las siguientes consideraciones de análisis: “En Ecuador va a ganar el candidato oficialista”, Andrés Arauz, “si logra convencer al electorado que no es continuista de Rafael Correa”. En cambio, agregaba, Guillermo Lasso ganará “si logra demostrar esa cercanía”. Respecto del Perú, sentenciaba que “solo existe certidumbre de una segunda vuelta entre candidatos de derecha”. Lo significativo es la conclusión que se formulaba respecto de Chile que, como se sabe, enfrentará este año un conjunto de procesos electorales, incluyendo la presidencial: señalaba que los tres países “tienen un punto en común”, existiría “una mayoría de centro izquierda que prefiere votar derecha, antes de entregar el poder a una izquierda dura”. EL ESCENARIO DE ECUADOR Los ecuatorianos elegirán en segunda a vuelta a su próximo Presidente entre el economista Andrés Arauz, de la coalición progresista Unión por la Esperanza (UNES); y el banquero Guillermo Lasso, de la alianza de centro–derecha CREO–Partido Social Cristiano. A las urnas están convocados unos 13 millones de electores. Lasso tiene un perfil similar a otras opciones presidenciales de la derecha en la región. Es empresario y banquero. Fue presidente ejecutivo y es uno de los principales accionistas del Banco Guayaquil. Fue presidente de la Asociación de Compañías Financieras del Ecuador y fue vicepresidente de la filial de Coca Cola. En 2017, un informe de la Superintendencia de Bancos de Panamá, al que tuvo acceso el diario argentino “Página 12”, revelaba que Lasso estaba asociado a 49 empresas offshore en paraísos fiscales y acumuló entre 1999 y 2000 una riqueza de 30 millones de dólares. Inició su carrera política en 1998, al ser nombrado por el controvertido Presidente Jamil Mahuad como Gobernador de la Provincia del Guayas y al año lo designó Superministro de Economía, en medio de una dura crisis económica. El 2003 el Mandatario Lucio Gutiérrez, quien encabezó un alzamiento que depuso a Mahuad, lo nombró Embajador Itinerante, a cargo del establecimiento de tratados comerciales y, en particular, de profundizar vínculos con Estados Unidos. Gutiérrez fue destituido el 2005, en medio de protestas y acusaciones por corrupción, autoritarismo y sometimiento al neoliberalismo. Abandonó el Palacio de Carondelet por los techos, a bordo de un helicóptero del Ejército. Inmediatamente después, Lasso creó una plataforma política propia: el movimiento político neoliberal UNO. Fue uno de los principales opositores de derecha a Rafael Correa. El análisis comentado inicialmente parece confundir la realidad con sus deseos. Arauz no es candidato del “oficialismo” y es la […]

Hace unos meses participaba en una reunión en un pequeño hotel próximo a la entrada de la Cordillera de Los Andes en el centro de Chile. Junto a los Quiscos, cactáceas que sólo pueden ser vistas en la zona central, se mostraba evidente el follaje verde del bosque esclerófilo que abre paso hacia cordones cordilleranos. Quillay, Boldo, Espino, Maitén. Y en medio de todo, una mancha café, las heridas de un incendio de hace algunos años. Y pino radiata, el mismo que hace algunos años se cortaba para decorar nuestras navidades y perfumar nuestras casas. Le explicaba al dueño de casa ese fenómeno: los árboles de especies más jóvenes mueren primero, pues están menos preparados para las condiciones ambientales particulares de un territorio y sus complejidades. Un litre, siendo una especie autóctona en la zona, resiste más la falta de agua y se recupera con mayor fortaleza que el pino. Mi anfitrión y su esposa me miraron con asombro. Él arguyó: “Esos pinos son añosos, tienen más de 70 años”. Cuando hablamos de la naturaleza, el medio ambiente o la biodiversidad –que es, en términos muy sencillos, “todas las formas de vida que pertenecen a un territorio”– no hablamos de la edad y la manera de medir el tiempo de nuestra especie, la humana. Lo que para nosotros es longevo, añoso, no lo es en la naturaleza. 70 años es apenas una chispa de vida. Por ejemplo, sobre nosotros, los seres humanos, los homo sapiens, tenemos registros de nuestras primeras apariciones en el planeta hace 300.000 años. Ocupamos un 0,3% de la biomasa (o todas las fuerzas vivas juntas) en la Tierra. Aquí ya se nota que los 70 años de la historia de los pinos son especies jóvenes. Pero pensemos en esto: el 80% de la vida en la tierra son plantas y ellas, junto a todo lo que no son humanos, han evolucionado a través de unos 5.000.000 años. En efecto, somos jóvenes. Muy jóvenes, muy pocos, pero igualmente muy peligrosos para el equilibrio de nuestro hogar, el único hogar que nos alberga. Respecto a nuestra superficie de ocupación, es menos del 5% de toda la Tierra. Sin embargo, somos los responsables de la emisión del 80% de los gases de efecto invernadero, los cuales provocan el calentamiento global, que destruye vida silvestre (o autóctona de los territorios); propaga enfermedades, como el COVID–19; la muerte de cuatro de los 5 millones de unidades probables de ballenas que habitaban hasta el siglo XX los océanos: y creamos desabastecimiento de, por ejemplo, el agua, un recurso vital para nuestra propia subsistencia. ¿Qué podemos hacer para parar esto? Mi primera idea es actuar como la naturaleza, especialmente en situaciones de peligro, como ahora. Somos la especie más joven y ya con vistas a desaparecer. Así que aprendamos sabiduría de quienes han permanecido hace cinco millones de años. Las formas de vida, como un bosque, tanto en la superficie terrestre como en el subsuelo, actúan de manera colaborativa, no en jerarquías. Reconocen […]

Admiro profundamente a las personas como Ángela González, una joven de Colina a la que por la violencia arrebataron su vida el pasado lunes 29 de marzo. Nos conocíamos desde las luchas que irrumpieron en Colina al calor del estallido social que irrumpió en Chile desde el 18 de octubre de 2019. Su partida me dolió mucho, mucho. Solo espero que el dinero no corrompa a la justicia y la impunidad no se imponga. Solo anhelo que se haga justicia. Solo deseo que se confirme lo que la investigación ha establecido hasta ahora, que fue un homicidio, y que exista castigo. Por eso, hemos recibido con dolor e indignación la noticia de que la Corte de Apelaciones de Santiago dejó sin efecto la medida de prisión preventiva que se había dispuesto contra el responsable de la muerte de nuestra compañera. Ángela, al igual que muchas y muchos jóvenes del país, fue una luchadora muy entusiasta y alegre. Ella se dio cuenta de lo violento que es el sistema imperante, lo violento que es ver a tus abuelos con pensiones de hambre y miseria, lo violento que es trabajar 12 horas al día más el tiempo en transportarte y que apenas puedas ver a tus hijos. Eso es lo violento. Ángela tomó conciencia de lo injusto que es endeudarse para comprar alimentos y productos esenciales en el supermercado; lo injusto que es vivir endeudado para estudiar; lo injusto que resulta ver que el Presidente Sebastián Piñera incrementa su fortuna, mientras la mayoría de las y los trabajadores gana menos de $400.000 Lucas. Todo ello es lo violento y lo injusto. Es lo que a muchas y muchos les aburrió, y por eso muchas y muchos jóvenes están en una constante movilización. Porque los chiquillos, simplemente, se aburrieron del abuso y la injusticia. Quieren un cambio. Las y los jóvenes, como Ángela, han sido un ejemplo. Nos han mostrado y muestran el camino. Solo espero ser digno del ejemplo y el sacrificio de Ángela González y de muchísimos jóvenes más que han perdido la vida, han sufrido mutilaciones o se les ha recluido en prisión desde que Chile despertó. En Colina podemos mencionar el caso de Carlos Astudillo, que el 20 de octubre de 2019, fue gravemente lesionado luego de ser baleado por un militar mientras participaba en una movilización masiva en el centro de Colina. Recorrieron todo el mundo las imágenes de Carlos inconsciente, ensangrentado y arrastrado por los uniformados. También el emblemático caso de Gustavo Gatica, vecino de Colina, a quien un carabinero le arrebató la visión, luego de dispararle perdigones en forma alevosa mientras participaba en manifestaciones en la Plaza de la Dignidad el 8 de noviembre de 2019. “Yo tenía claro lo que yo estaba haciendo ahí, él tenía claro lo que él estaba haciendo ahí. Así pasó todo”, declaró en una entrevista. Todos ellos son los que nos enseñaron a dar la pelea por una vida digna para todas y todos. Y no descansar hasta que la […]

Fue una entrevista insólita. Para los demócratas progresistas, sobre todo irritante. No se me ocurren otros calificativos para transmitir una idea aproximada respecto del contenido de una entrevista otorgada por el actual alcalde de Pudahuel, Johnny Igradil Carrasco Cerda, al diario “La Tercera”. Quizás habría que agregar otra palabra: es escandaloso que Carrasco, un emblemático edil del Partido Socialista (PS), proclame con desparpajo su desconocimiento del resultado de la primaria ciudadana de la que fue parte su colectividad, y en la cual el mismo respaldó un precandidato y se involucró directamente. No es una muestra de respeto a los compromisos y a los principios democráticos. Al contrario, es la patética despedida de un alcalde que este 2021 cumplirá nada menos que 29 años ininterrumpidos en el cargo y, que en caso de no aprobarse la ley que puso límite a la reelección, probablemente hubiera intentado, otra vez, perpetuarse en el poder municipal. Pero conviene que avancemos por parte en el análisis. Nací en Pudahuel, ha sido la comuna en la cual he vivido toda la vida, luché por la libertad y la democracia en dictadura, y en los últimos 30 años he aspirado a un cambio profundo en el país, comenzando por una transformación del destino colectivo de nuestra comuna. En 1992 fue la primera elección municipal luego de la dictadura. En esa ocasión, los alcaldes no se elegían en forma directa: la ciudadanía definía los integrantes del Concejo Municipal y los concejales electos determinaban entre sus pares a la primera autoridad comunal. No voté en estos comicios por Carrasco. De hecho, en esa ocasión no fue el más votado: obtuvo 11,8% frente a José Ángel Ávila, que logró casi el doble: 22,2 por ciento. ¿Por qué Carrasco fue, entonces, electo alcalde? Porque un acuerdo nacional y entre cuatro paredes, tomado por las cupulas de los partidos de la entonces Concertación, determinó en un “protocolo” la forma en que se repartirían las alcaldías en que la alianza fuera mayoritaria y Pudahuel le correspondió al PS, en específico a su concejal más votado que resultó Carrasco. Respecto de las cinco elecciones posteriores, entre 1996 y 2012, en las cuales los alcaldes y concejales ya se elegían en forma separada: en todas Carrasco fue el candidato único de la Concertación, sin primarias o mecanismo democrático alguno para definir el abanderado de la coalición mayoritaria en la comuna. En los comicios de 2004 y 2008 opté por los candidatos a la Alcaldía que presentó el Juntos Podemos Más. El año 2012 no tuve opción, porque toda la izquierda no concertacionista se omitió. Y en la última elección que Carrasco fue electo, el 2016, tampoco tuve alternativa: Carrasco, una vez más, se encargó de ser entronizado como candidato único, sin primarias, ahora por la Nueva Mayoría, coalición de la que entonces era parte. En este contexto, me pareció una buena noticia y un hecho de envergadura histórica que, en esta ocasión por ley se estableciera el imperativo de renovar las autoridades comunales, lo que […]

Por Omar Cid* Literatura y levantamiento social, literatura y prisión política, pudieran parecer temas oxidados, en la bruma de la historia. Sin embargo, las caprichosas circunstancias, nos vuelven a colocar en un momento de profunda crisis. El desgaste de un modo de vida instalado por la fuerza, e inspirado por una élite corrompida, abusadora y colonizada, se resquebraja a tal punto que se hace imposible proyectarlo. El 18 de octubre por tanto, rompe la continuidad y el tiempo del Chile neoliberal, las ramificaciones del proceso de rebelión, se han extendido en distintos ámbitos de la vida cotidiana, saltando los torniquetes de lo que se consideraba inamovible. La respuesta traumática del modelo de seguridad instalado, nos volvió a situar en los momentos de represión masiva de la dictadura pinochetista. Heridos, mutilados, abusos de diverso tipo contra mujeres, menores de edad, prisión política, asesinatos: son una secuela imposible de soslayar. Toda esa experiencia represiva, se ha vertido en expresiones culturales distintas: en los muros, el canto, el teatro, la perfomance -y por cierto- la literatura. “No los perdones, saben perfecto lo que hacen”  era parte de un mural, con un Cristo mutilado, pintado en el GAM. Las palabras HAMBRE y DIGNIDAD, proyectadas en la torre de Telefónica, son parte de un conjunto de iniciativas que tuvieron concordancia con el momento político, en momentos en que instalada la pandemia, se imponía el encierro. En esas condiciones, se implementó por parte de los funcionarios de gobierno,  la limpieza visual de los espacios, borrando de los muros toda huella y rastro del levantamiento, en sus sitios de memoria. De ese modo, la élite y su brazo estatal, acciona desde diferentes registros, con el fin de imponer el disciplinamiento social y político. El constructo simbólico cultural del Estado, bajo el control de una minoría blanca, masculina y eurocentrada desde su fundación, nos ha propuesto un conjunto de monumentos que son parte de su imaginario y espejo. En ese sentido, la triada Baquedano, el Santuario de María en El Cerro San Cristóbal, en concordancia con el edificio de Telefónica, son parte un proyecto de instalación socio-cultural, con un claro tinte ideológico donde: Dios, Patria y Mercado, son los elementos fundantes de un relato racista, excluyente, patriarcal y genocida, cuya justificación última, se sustenta en su dimensión autopoyética[i]. La escalada represiva, cuyo objetivo en curso es volver a imponer la disciplina social, usa como una de sus tácticas preferidas la cárcel, conformando con ello, su  pedagogía de la opresión. El aislamiento, el silencio impuesto, la vejación sobre los cuerpos con su respectivo impacto familiar y social, es parte de lo que el lenguaje oficial niega, bajo el rótulo de delincuentes, terroristas e inadaptados. En la tradición literaria chilena, la rebelión, la prisión política ha sido tratada de diversos modos.  Ya en el siglo XIX, la novela Martín Rivas de Alberto Blest Gana, recoge el conflicto social de 1850. Carlos Droguett, cien años más tarde, escribe su novela Sesenta muertos en la escalera, sobre la crisis de los años […]

El 24 de abril de 1976, se instaló una dictadura militar, producto de un sanguinario golpe militar en Argentina. Miles de chilenos buscaron refugio en el país transandino. Además, los partidos de la resistencia chilena, mantenían pequeñas orgánicas para respaldar a sus compañeros en Chile, que enfrentaban al terrorismo de Estado. Dieron esperanza al pueblo y gestaron resistencia. En esa década de los años setenta, una jauría de criminales, controlaba gran parte del Cono Sur de nuestra América Latina. Se le conoce como Operación o Plan Cóndor, de las dictaduras cívico militares de Argentina, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia. Se coordinaron para perseguir a los militantes de la izquierda activa. Compartían información para vigilar, perseguir y hacer desaparecer a los resistentes a las tiranías, en sitios clandestinos, centros de torturas y exterminio. En Argentina y en Chile se han realizado, juicio por delitos de lesa humanidad y de asociación ilícita trasnacional, por el secuestro y asesinato de nuestros compañeros. Varios genocidas han sido condenados en ambos países. El 3 de abril, se cumplen 45 años, de los secuestros en Mendoza de: -Juan Hernández Zazpe, Presidente de la Federación de Estudiantes Industriales y Técnicos de Chile (FEITECH) y dirigente socialista. -Luis Muñoz Velásquez, en 1968 fue ex presidente del Centro de Alumnos del Liceo Consolidada de Puente Alto. En 1971, candidato a Regidor por San Bernardo y dirigente socialista de misma comuna. -Manuel Tamayo Martínez, ex dirigente estudiantil, alumno de Sociología e Ingeniería de la Universidad de Concepción y militante socialista. Ellos, fueron parte de un proyecto social transformador. Participaban de la reorganización clandestina del socialismo y no desertaron ni renegaron de sus convicciones ideológicas. Son un legado de consecuencia, grandeza y heroísmo. En Argentina, los secuestraron en Avenida Belgrano, Mendoza, fueron testigos presenciales, los compañeros José Cerda, Alex Muñoz y Cecilia Muñoz. Los represores, los llevaron al regimiento Maipo de Mendoza y fue el comienzo de innombrables tormentos. Esa noche, los trasladaron a Chile, por el paso fronterizo Los Libertadores y los entregaron al campo de torturas Cuatro Álamos. En la mañana siguiente, fueron trasladados a Villa Grimaldi, hasta fines de abril de 1976. Varios criminales fueron condenados, los asesinos apelaron al Tribunal Constitucional, que paralizó el juicio por dos años. Actualmente una Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, ahora en abril, verá la causa. Nuestro compromiso,  es no olvidar a los caídos en las manos del terrorismo de Estado y la barbarie. Que cayeron luchando contra la dictadura. En la memoria histórica, está el recuerdo del esfuerzo y el sacrificio de estos jóvenes, que resistieron desde sus inicios a la tiranía, en condiciones totalmente desiguales.  Sus restos no han sido hallados. Han pasado nueve lustros y sus familiares, compañeros y amigos continuamos exigiendo  justicia. Integrantes del Centro Cultural de Derechos Humanos Salvador Allende, rendirán homenaje en el Memorial por la Justicia y la Dignidad, ubicado en Puente Alto Juan, Luis y Manuel, son herederos del Presidente Allende. Merecen nuestro homenaje y respeto. Mientras sigan en nuestra […]

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