Según los últimos datos del Consejo del Cine del Reino Unido, ocho de los veinte filmes más taquilleros del año son británicos y las producciones de ese país tuvieron en 2005 grandes éxitos, sobre todo por el último largometraje de la serie del niño mago.
Despúes de Harry Potter y el Cáliz de Fuego, que recaudó en taquilla desde su estreno el pasado 18 de noviembre unos 72 millones de dólares, figuran Charlie y la Fábrica de Chocolate, con 55 millones desde junio.
Le sigue, asimismo, Wallace Gromit: the Curse of the Were-Rabbit (Wallace Gromit: La maldición de las verduras), que reportó 48 millones de dólares.
Según el estudio las películas de origen británico representaron el año pasado un 34 por ciento de los ingresos por taquilla en el Reino Unido, frente a un 23 por ciento en 2004.
El número de filmes rodados en 2005 en el Reino Unido fue un 37 por ciento superior a la cifra del año anterior.
Londres, 17 enero, 2006
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