Chávez asistirá a la toma de posesión de la mandataria electa, Michelle Bachelet, el 11 de marzo próximo, y su visita ha despertado una gran expectativa en el país, sobre todo, porque coincidirá en Santiago con la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice.
Roberto Muñoz, dirigente del Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, quien se encontraba coordinando hasta la fecha su posible participación en un acto masivo, descartó definitivamente la actividad.
Según el portavoz, la agenda de Chávez, las pocas horas que estará en suelo chileno y la coincidencia del acto que agrupaciones de izquierda organizan para homenajear al presidente boliviano, Evo Morales, dieron al traste con los planes.
El anuncio fue confirmado en paralelo por el embajador de Caracas en Santiago, Víctor Delgado, quien aseguró que -no obstante recibir muchas cartas por parte de instituciones sociales pidiendo entrevistarse con Chávez-, el mandatario no estaría disponible.
El diplomático ratificó que el breve lapso que Chávez permanecerá en Chile, además de su agitado cronograma, impediría la concreción de cualquier tipo de compromiso.
Entre las actividades que se organizaban, además del acto de masas, estaban el nombramiento de Hugo Chávez como doctor Honoris Causa por la Universidad Arcis, así como la solicitud de la Juventud Socialista de un acto a puertas cerradas con el venezolano.
Algunos sectores en el gobierno habían expresado preocupación de que la presencia de Chávez y Morales y la expectación creada en la población y los medios de prensa fueran a opacar los actos oficiales por el cambio de gobierno.
Sin embargo, La Moneda aseguró que ambos presidentes serían muy bien recibidos y tendrían el apoyo de las autoridades para todas las actividades que desearan realizar durante el tiempo que permanecieran en el país.
Santiago de Chile, 1 de marzo 2006
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