Nos parece que en democracia todos tienen el derecho de expresar sus diferencias, no obstante, consideramos inusitada la soberbia con que la derecha critica el proyecto sobre Ley General de Educación y más aún, que el gobierno ceda a estas presiones y les dé en el gusto, criticó Jorge Pavez.
Pavez agregó que «nos parece insólito que el proyecto de LGE, que no es de nosotros sino de la presidenta Bachelet, no sea defendido por la Concertación y se decida transarlo. El proyecto como está ya tiene muchas insuficiencias, por lo tanto abrirse a este diálogo supone el fin de cualquier esperanza de cambio».
Opinión similar tiene el representante de los estudiantes universitarios, quien además anunció un eventual retiro de los universitarios de los consejos asesores presidenciales.
«Como actores del mundo social presentamos nuestra molestia y preocupación ante un panorama que a nuestro juicio echa por la borda todo el trabajo realizado por los consejos asesores presidenciales de educación. Resulta evidente que esta política de consensos excluye a la ciudadanía», apuntó Boccardo.
Pese a las diferencias que manifestaron estudiantes, profesores, padres y apoderados respecto a los contenidos de la Ley General de Educación, los actores del mundo social valoraron algunos cambios introducidos por esta iniciativa, tales como el cambio al sistema de financiamiento vía subvención por alumno, además de la propuesta de eliminar la selección de los establecimientos.
Los dirigentes también criticaron que las cúpulas políticas no hayan abierto espacios de información y debate hacia la ciudadanía.
«Aquí vemos que los directores tienen poco interés en difundir este tema para no crear el espacio para la participación de padres y apoderados. Así, los sostenedores privados y municipales parecen más preocupados de saber cuánta plata van a recibir que de comprometerse con una educación de calidad», expresó Eduardo Catalán.
Durante el encuentro los dirigentes no descartaron posibles movilizaciones y anunciaron que socializarán en todo el país la propuesta de referéndum para que sean los chilenos, en una consulta nacional, quienes decidan que sistema educacional prefieren para sus niños, niñas y jóvenes.
Santiago de Chile, 8 de agosto 2007
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